Entendiendo con sentido común
Benjamin Mojica
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste…[1] Sal 8:1
Copérnico (1473-1543 fijó su teoría heliocéntrica a través de la observación y estudio de los filósofos griegos buscando referencias al problema del movimiento terrestre, especialmente los pitagóricos y Heráclides Póntico, quienes creían en dicha teoría. Aunque ya antes la teoría había sido concebida por Aristarco de Samos (310-230 a. C.). En Wikipedia leemos. "Es preciso centrar el valor real de sus estudios en el hecho de reimponer teorías ya rechazadas por el «sentido común» y de darles una estructuración coherente y científica." [2]
Copérnico y otros científicos no veían conflicto entre la ciencia y religión,Sir Francisco Bacon (1561-1627); Juan Kepler (1571-1630); Galileo Galilei (1564-1642); René Descartes (1596-1650); Isaac Newton (1642-1727); Roberto Boyle (1791-1867); Miguel Faraday (1791-1867); Gregorio Mendel (1822-1884); Alberto Einstein (1879-1955)[3]etc.
Einstendijo: "Quiero saber cómo Dios creó este mundo, no estoy interesado en este o ese fenómeno, en el espectro de este o ese elemento. Quiero conocer sus ideas, el resto son detalles." El epíteto famoso sobre el "Principio de incertidumbre" de Einstein era "Dios no juega dados", y su refrán era: "Ciencia sin religión está coja, religión sin ciencia está ciega."[4]
Si entendemos bien la declaración de Einsten. "Quiero conocer Sus ideas, el resto son detalles.", Einsten usa el"sentido común"el "darles una estructura coherente y científica", son, los "detalles"que es el método científico. Su sentido común lo llevó a entender que la ciencia necesita de la religión (la fe), y la religión necesita la ciencia (el método científico, "causa efecto"), conocer "las ideas de Dios", su manera de pensar, actuar y hacer.
Cuando David miró al cielo y observó con detenimiento, su sentido común lo llevó a declarar:
¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!
Has puesto tu gloria sobre los cielos;
De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza,
A causa de tus enemigos,
Para hacer callar al enemigo y al vengativo.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste,
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Le has hecho poco menor que los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra.
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste debajo de sus pies:
Ovejas y bueyes, todo ello,
Y asimismo las bestias del campo,
Las aves de los cielos y los peces del mar;
Todo cuanto pasa por los senderos del mar.
¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
Tan solo con observar por algunas noches la bóveda celeste y ver el comportamiento de lo creado en el cielo, la tierra y el mar, el intelecto de David fue movido a exaltar el nombre de Dios por su grandiosa creación.
El Apóstol Pablo lo dice de esta manera: Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Rom. 1:20
Es decir, sentido común, lo invisible de Dios, se hace visible por medio de las cosas hechas.
La semana de la creación, tiene un sentido común y un orden lógico, causa-efecto. "Los primeros tres días Dios los dedicó a formar el mundo, y los segundos tres días a llenarlo. El primero y cuarto se refieren a la luz; el segundo y el quinto al cielo y los mares; y el tercero y sexto a la tierra".[5]
Todo lo creado fue diseñado para la vida, por ejemplo aquella luna llena que admiramos por su resplandor en una noche oscura, es una señal de tiempo porque divide el año en meses, pero además produce las mareas oceánicas y regula la conducta de muchos organismos para su reproducción.[6]
La creación fue hecha en siete días literales y el último día de esa creación, es una señal permanente que nos recuerda al Supremo Creador del Universo. "Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico." Ez. 20:12
Dios desafía nuestro intelecto y pregunta al ser humano: ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia.Job 8:4
[1]Reina Valera 1960
[2]http://es.wikipedia.org/wiki/Nicol%C3%A1s_Cop%C3%A9rnico
[3]http://www.godandscience.org/apologetics/sciencefaith-es.html
[4]Ibíd.
[5]Davison R. M. The biblicalaccount of origins (citado por L. James Gibson, en el Complemento para la Lección de escuela Sabática. Gema Editores: México, Enero-Marzo, 2013, p. 189).
[6]por L. James Gibson, en el Complemento para la Lección de escuela Sabática. Gema Editores: México, Enero-Marzo, 2013, p. 189.