Cómo Estudiar Miqueas: Un Acercamiento Literario
Emmer Chacón
El estudio de los profetas menores recompensará al investigador con un florilegio de retórica apasionada. Miqueas no es la excepción. En las líneas que siguen exploraremos aspectos que proveerán herramientas para el estudio de este libro.
El texto inicia en Miqueas 1:1 ubicando el mensaje del profeta durante los reinados de Uzías (-792 al -740; 2Crónicas 26:1-23; 2 Reyes 15:1-7), Jotam (c. -750 – c. -735; 2 Reyes 15:32-38 y 2 Crónicas 27:1-9), Acáz (-735 al -715; 2 Reyes 16:1-20; 2 Crónicas 28:1-27) y Ezequías (-715 al -686; 2 Reyes 18:1-20:21; 2 Crónicas 29:1-32:33).[1] Esto indica que Miqueas estuvo activo al menos entre el año -740 y el -715. Una lectura cuidadosa de estos pasajes en Reyes y Crónicas proveerá un cuadro del clima religioso y moral imperante en Israel y Judá durante el ministerio de Miqueas. Es bueno recordar, además, que Miqueas fue contemporáneo con el profeta Isaías quien ministró en Jerusalén del -745 al -685. Miqueas 4:1-3 e Isaias 2:2-4 son casi idénticos, palabra por palabra en el hebreo.[2] Por años se ha discutido quién cita a quién o si ambos citan una tercera fuente. Esta pregunta espera por estudio.
El libro del profeta Miqueas está organizado en tres sermones: Miqueas 1:2-2:13; 3:1-5:15 y 6:1-7:20. Cada uno de estos tres sermones posee dos secciones donde la primera discursa sobre una advertencia del juicio venidero (1:2-2:11; 3:1-12 y 6:1-7:7) y la segunda es una promesa de restauración (2:12-13; 4:1-5:15 y 7:8-20). De esta manera el profeta Miqueas reúne en su mensaje dos majestuosos y poderosos elementos en el carácter de Dios: justicia y misericordia, juicio y restauración, castigo y perdón. Justicia y misericordia en perfecto balance y armonía son poderosos descriptores del carácter de Dios que rigen sus relaciones con su pueblo y el universo (Éxodo 32:6-7). En Deuteronomio 30:1-10 Dios advirtió a través del profeta Moisés del futuro castigo en virtud de la infidelidad del pueblo y de la posible restauración. Miqueas está elaborando este concepto.
En las secciones judiciales en Miqueas el Señor abre su discurso con una convocación usando el verbo שׁמע (oír) en imperativo plural (1:2; 3:1 y 6:1).[3] El Señor enfrenta a su pueblo y le hace reclamos a causa del pecado en el contexto del pacto (Éxodo 19:1-24:8; Deuteronomio 5:1-26:19; 27:1-30:20). La infidelidad del pueblo a su Dios y particularmente la idolatría son reclamos predominantes de parte de Dios en Miqueas. Estas acusaciones se centran primero en el liderazgo y luego en el pueblo de Israel, Judá y aún las naciones vecinas.[4]
En las secciones relativas a la promesa, cada sermón elabora la esperanza de la posible futura restauración del pueblo luego de su experiencia del castigo.[5] La restauración prometida implica la reunión del pueblo de Dios luego de haber sido esparcido a causa de su desobediencia e infidelidad a Dios. Estas secciones sobre la esperanza contienen promesas expresadas en un vocabulario pastoril que sugieren la figura del rey-pastor (2:12; 4:8; 5:4; 7:14). [6] Un interesante aspecto en Miqueas es el uso de los vocablos Israel y Jacob de manera tal que son vaciados de todo elemento étnico y político y empleados para referirse al pueblo ideal de Dios en conexión al remanente. El vocabulario usado por Miqueas da expresión a profundos conceptos teológicos. Palabras tales como @s;a' (Congregar, reunir, 2:12bis, 4:6, 11, 7:1), #b;q' (Recolectar, reunir, 1:7, 2:12bis, 4:6, 12), tyriaev. (Resto, remanente, 2:12; 4:7; 5:6,7; 7:18), !aco (Oveja, 2:12; 5:7; 7:14), rd,[e (Rebaño, 2:12; 5:7) y %l,m, (Rey, 1:1; 1:14; 2:13; 4:7, 9; 6:5) son usadas en todo el libro dando profundidad teológica al lenguaje y al discurso profético.
[1] Edwin R. Thiele, The Mysterious Numbers of the Hebrew Kings (Grand Rapids, MI: Kregel, 1983), 118-123, 131-134, 174-173. La sobre posición en las fechas son evidencia de la corregencia entre algunos de ellos.
[2] Véase K. Elliger and W. Rudolph, ed. Biblia Hebraica Stuttgartensia, 5th ed. (Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft, 1997), . David J. Clark and Norm Mundhenk, A Translator's Handbook on the Book of Micah (New York: United Bible Societies, 1982), 185.
[3] John T. Willis. “The Structure, Setting and Interrelationships of the Pericope in the Book of Micah”. PhD Dissertation, (Vanderbilt University, Nashville, Tennessee 1966), 123, 197. Citada en David Gerald Hagstrom, The Coherence of the Book of Micah Literary Analysis. SBL Dissertation Series, vol. 89. J.J. M. Roberts, ed. (Atlanta, Georgia: Scholars Press. 1988), 19-20. Véase las páginas 11-27 para su análisis del uso y función de שִׁמְעוּ en Micah.
[4] Ibidem, 9-10.
[5] Smith, Ralph L., Micah-Malachi, Word Biblical Commentary, Volume 32 (Dallas, Texas: Word Books, 1998), 7.
[6] Jon L. Dybdahl, Hosea-Micah: A Call To Radical Reform, The Abundant Bible Amplifier editado por George R. Knightand B. Russell Holt. (Boise, Idaho: Pacific Press, 1996), 189, 193. Charles S. Shaw, The Speeches ofMicah: A Rhetorical-historical Analysis, (England: Sheffield Academic, 1993), 36-37, 71-72.