Unidad, una necesidad de la Iglesia

16 agosto, 2014

Antes de desarrollar el tema es conveniente saber que es unidad. Unidad proviene del latín “unitas” Propiedad de todo ser, en virtud de la cual no puede dividirse sin que su esencia se destruya o altere. (1) Aplicado a la iglesia se podría decir que si no hay unidad en ella, esto podría llevar fracturas dentro de la misma y eventualmente a alteraciones que pongan en peligro la vida de la organización.

No debe haber ninguna duda de la importancia de la unidad, porque el tema aparece muchas veces en las Sagradas Escrituras. En el Antiguo Testamento encontramos un versículo capital para nuestras creencias “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.” (2), al revisar el original para la palabra  “uno” en hebreo es ejad que significa “unidad de propósito” lo cual implica que el propio cielo trabaja en una unidad constituida por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, donde cada uno asume un papel, pero trabajan en unidad. Cuanto más nosotros debiéramos trabajar en unidad.

Los escritores de la Biblia ordenan vivir en unidad veamos lo que dice el apóstol Pedro “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”. (3) Pedro está dando una serie de consejos generales a los cristianos y a manera de conclusión dice que debemos estar unidos en un mismo sentir.

Por su parte el apóstol Pablo acota “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer”. (4) Es evidente la vehemencia con que Pablo exige que se viva en unidad, llama la atención que utiliza la palabra perfectamente que proviene de la palabra perfecto, la cual en el original en griego es “ teleios” y significa: perfecto, completo, adulto, maduro, acabado. No es una conducta madura hablar mal de los hermanos, estar metidos en comentarios inadecuados de tus pares, por el contrario esta conducta rompe la unidad.  Escribiendo a los Efesios, en el capítulo 4 de esta carta, en dos oportunidades habla de la unidad “Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”. (5) en otras palabras haz todo lo posible en guardar la unidad para que haya paz. Continúa diciendo “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. (6) Aquí el anhelo es imitar a nuestro modelo el Señor Jesucristo, quien vive en unidad con el Padre y el Espíritu.

El discípulo amado también tiene algo importante que aportar, pues registra un momento culminante en la vida del ser Jesús, es el momento cuando está a punto de terminar su ministerio, ora por sus alumnos y por extensión por nosotros diciendo: “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”.(7) Se puede notar que la unidad es un elemento importante para la predicación del evangelio, cómo podríamos hablar que representamos al Señor Jesús si no andamos en unidad, el asunto revista tal importancia que el Hijo de Dios clama a su padre para vivamos en unidad. Llama la atención que de nuevo se usa la palabra “teleios” cuyo significado ya fue comentado.  El Señor pudo haber orado por muchas cosas, pero le dio especial importancia a que viviéramos en unidad.

Por su parte la escritora Elena de White también tiene aportes para el tema que nos ocupa, ella afirma “La unidad en la Iglesia es la que capacita para ejercer una influencia consecuente sobre los incrédulos y mundanos”. (8) Tenemos la obligación de trabajar para la conversión de los incrédulos y mundanos, más es indudable que seremos un mal testimonio si lo que observan en nuestro ambiente es falta de unidad, falta de amor. Dice además “La unidad constituye la fortaleza de la iglesia. Satanás lo sabe y emplea toda fuerza para introducir disensiones. Desea ver una falta de armonía entre los miembros de la iglesia de Dios. Debería prestarse una mayor atención al tema de la unidad”. (9) Es importante percibir que la unidad viene de Dios, es la forma como vivió Jesús, en perfecta unidad con el Padre, manifestó su deseo para que viviéramos en esa misma forma. Lo contrario viene de Satanás, cuando permitimos que la falta de unidad entre a nuestras iglesias, tal vez sin querer le estamos haciendo el juego al enemigo de las almas.

En nombre del Señor te invito a que hagas todo lo que esté a tu alcance para que haya unidad en tu iglesia, en tu casa, o en cualquier sitio donde tengas que estar.

  1. Diccionario de la Real Academia
  2. Deuteronomio 6:4 Reina Valera 1960
  3. 1 Pedro 3:8 Reina Valera 1960
  4. 1 Corintios 1:10 Reina Valera 1960
  5. Efesios 4:3 Reina Valera 1960
  6. Efesios 4:13 Reina Valera 1960
  7. Juan 17:23 Reina Valera 1960
  8. White Elena, ( Rev. and Herald 5-6-1888)
  9. White Elena, Mensajes Selectos, T 2 (Biblioteca Electrónica) 183.

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