¿Tenemos prejuicios hacia otros creyentes?
Leo Ramon Acosta
Nose cómo contestarías si te hicieran esta pregunta a ti personalmente, peroparticularmente pienso que tenemos algo de prejuicio. Somos dueños de verdadesBíblicas, enseñamos doctrinas que otros ni siquiera conocen, somos la iglesiaverdadera. Creo que ningún adventista dudaría de estas afirmaciones, y yotambién las creo. Pero noto como más abiertos a otros creyentes, de aceptarnos,de compartir con nosotros, que nosotros de aceptar a otros. Trabajofrecuentemente en retiro de parejas, y muchas veces he desarrollado mis clases,en sitios de retiro de católicos o de otras denominaciones. Me pregunto ¿Simiembros de la iglesia católica nos pidieran, prestadas o alquiladas, nuestrasinstalaciones para realizar un retiro de pareja, se las facilitaríamos? Nuncahe visto tal cosa.
Cuandonos presentamos como la iglesia del mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis,[1] tenemos la obligación de predicarle a toda nación, tribu, lengua ypueblo el evangelio eterno, predicar el último mensaje de advertencia a lahumanidad para que salga de Babilonia (confusión). Además la escritora Elena deWhite nos informa que muchos de los que formarán el pueblo de Dios, hoy estánen otras iglesias. Nos insta a tener cuidado al presentar el mensaje, “Alpresentar el mensaje, no hagáis ataques personales a otras iglesias, ni aun a la Iglesia Católica Romana. Losángeles de Dios ven en las diferentes denominaciones a muchas personas quepueden ser alcanzadas únicamente merced al mayor cuidado” [2] Respecto al tratocon otros pastores acota: “Consideración hacia los pastores de otras denominaciones. Siempredebe quedar de manifiesto que somos reformadores, pero no fanáticos. Cuandonuestros obreros entran en un nuevo campo, deben tratar de familiarizarse conlos pastores de las diversas iglesias del lugar. Mucho se ha perdido por descuidar de haceresto” [3]. Tanto laBiblia como Elena de White, nos hace reflexionar sobre nuestras manera derelacionarnos con las otras personas para cumplir la misión.
Estasemana hemos continuado con el estudio de Jesús como misionero, particularmenteal relacionarse con personas de otras culturas.
Encada una de las situaciones, el asunto de la cultura no fue impedimento paraque el Señor llevara el mensaje, por el contrario Él usó estrategias para queel objetivo se cumpliera; en el caso de la mujer samarita registrado en Juan[4], se conoce por demás las diferencias entre judíos y samaritanos, noobstante dado el método de Jesús esta mujer se convierte en una misionera. Enel caso del oficial romano, registrado en Mateo [5], es fácil entender larepulsión que el pueblo judío sentía hacia el imperio, y cualquiera que lorepresentara. Pero nuestro Salvador estaba por encima de asuntos políticos yexalta la fe de este oficial. Es digno de especial atención la experiencia dela sanación de los 10 leprosos registrada en Lucas [6], entre ellos había unsamaritano, quien da manifestación de conversión y agradecimiento fue elsamaritano y no los nueve judíos, esto sin duda no lleva a considerar quesiempre hay posibilidad de que cualquier persona sea un candidato para el reinode los cielo. Debemos deponer toda actitud de índole política, cultura, racial,religiosa que pueda ser un obstáculo para las personas conozca del mensaje deDios, no somos importante nosotros, es importante que la misión puedacumplirse. Quiera Dios que tú y yo nos comprometamos a cumplir la misiónque nos ha sido encomendada.
[1]Reina Valera 1960. Apocalipsis 14:6-11
[2]White Elena. Evangelismo. Biblioteca Electrónica, p.319
[3]Ibis. P.419
[4]Reina Valera 1960. Juan 4:4-30
[5]Ibis. Mateo 8:5-13
[6]Ibis. Lucas 17:11-19