"Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala" (Zacarías 3:4)

Un carbón encendido

sábado 21 mayo, 2011

Lee Para el Estudio de esta Semana: Zacarías 1-3; Apocalipsis 12:10; Éxodo 3:2-14; Efesios 2:8-10; Juan 14:15

AUNQUE ES FÁCIL OLVIDARLO, la gran controversia entre Cristo y Satanás es la fuerza motivadora detrás de la realidad. Las guerras, los crímenes, la violencia y todo el hirviente caldero de la tragedia humana son solo manifestaciones superficiales del conflicto comenzado en el cielo (Apocalipsis 12:7), una lucha universal que impacta a todo humano y a toda la creación (Romanos 8:20-22).

Sin embargo, no debemos olvidar que el gran conflicto no tiene que ver con el petróleo de Medio Oriente, o con los cambios geopolíticos militares o económicos. Tiene que ver con la salvación de la raza humana, un alma por vez. Las naciones y las estructuras de poder vienen y van, los grandes temas de la historia y las ideologías vienen y van; solo los salvados, los que están cubiertos con el manto de la justicia de Cristo, permanecerán para siempre. Satanás no se interesa por el dinero, el poder o la política, sino por las almas: cómo llevar a la ruina a tantas como pueda. Cristo, por medio de su muerte, ha hecho posible salvar a todos de esa ruina. La esencia de la gran controversia es, en el fondo, que las personas elijan la ruina eterna o la vida eterna. Todo el resto es solo espuma.

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