"Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí" (Éxodo 20:2,3)
La Adoración y El Éxodo: Comprender quién es Dios
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Éxodo 3:1-15; 12:1-36; 20:4,5; 32:1-6; 33:12-23.
AL HABLAR A LA SAMARITANA, Jesús le dijo: "Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos" (Juan 4:22). Imagínate, adorar lo que no sabes. Pero eso es lo que casi todo el mundo ha hecho, o está haciendo: adorar lo que no conoce. Cuando ves a alguien inclinarse y adorar un bloque de piedra, pensando que responderá sus oraciones, estás viendo a una persona que adora lo que no sabe. Es decir, está adorando lo que piensa que puede darle la salvación, pero eso no puede hacerlo. En un contexto más moderno, la gente que se hace dioses con el poder, el dinero, la fama, o el yo, también está adorando lo que no sabe, lo que no puede salvarla.
En el contexto cristiano, la pregunta es: ¿Sabemos lo que estamos adorando? ¿Conocemos al Dios que alabamos y honramos? ¿Quién es él? ¿Cuál es su nombre? ¿Cómo es él?
Esta semana consideraremos algunos registros de los hijos de Israel, y cómo su encuentro con Dios nos revela la naturaleza y el carácter del Dios al que profesamos servir y adorar. Después de todo, ¿qué sentido tiene adorar lo que no sabemos?