"Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre" (Gálatas 4:26)
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
Lee "La Ley y los dos pactos", Patriarcas y profetas, pp. 378-390.
"Pero si el pacto confirmado a Abraham contenía la promesa de la redención, ¿por qué se hizo otro pacto en el Sinaí? Durante su servidumbre, el pueblo había perdido en alto grado el conocimiento de Dios y de los principios del pacto de Abraham. [...]
"Dios los llevó al Sinaí, manifestó allí su gloria; les dio la Ley, con la promesa de guardar bendiciones siempre que obedecieran: ‘Ahora pues, si dieres oído a mi voz, y guardareis mi pacto [...] vosotros seréis mi reino de sacerdotes, y gente santa' (Éxodo 19:5, 6). Los israelitas no percibían la pecaminosidad de su propio corazón, y no comprendían que sin Cristo les era imposible guardar la Ley de Dios; y, con excesiva premura, concertaron su pacto con Dios. [...] Sin embargo, apenas unas pocas semanas después, quebrantaron su pacto con Dios al postrarse a adorar una imagen fundida. No podían esperar el favor de Dios por medio de un pacto que ya habían roto; y entonces, viendo su pecaminosidad y su necesidad de perdón, llegaron a sentir la necesidad del Salvador revelado en el pacto de Abraham y simbolizado en los sacrificios. De manera que, mediante la fe y el amor, se vincularon con Dios como su libertador de la esclavitud del pecado. Ya estaban capacitados para apreciar las bendiciones del nuevo pacto" (PP 388, 389).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Es tu caminar con Dios más del tipo del "pacto antiguo" o del "pacto nuevo"? ¿Cómo puedes distinguir la diferencia?
2. ¿Cuáles son algunos de los problemas en tu iglesia local que están produciendo tensión en el cuerpo? ¿Cómo se los está resolviendo? Aunque te pudieras encontrar como víctima de "persecución", ¿cómo puedes estar seguro, además, de no estar causando persecución? ¿Dónde está esa línea delgada que los separa? (Ver también Mateo 18:15-17.)
3. ¿Cuántas veces prometiste a Dios no hacer esto o aquello, solo para terminar haciéndolo? ¿De qué manera este hecho triste te ayuda a comprender el significado de la gracia?
Resumen: Las historias de Agar, Ismael y los hijos de Israel en el Sinaí ilustran la necedad de tratar de depender de nuestros propios esfuerzos para realizar lo que Dios ha prometido. Este método de justicia propia se conoce como el antiguo pacto. El nuevo pacto es el pacto eterno de gracia establecido primero con Adán y Eva después del pecado, renovado a Abraham y cumplido finalmente en Cristo.