"Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre" (Gálatas 4:26)

ISMAEL E ISAAC HOY

jueves 01 diciembre, 2011

El breve esbozo de la historia de Israel que hizo Pablo pretendía contrarrestar los argumentos de sus adversarios que alegaban que ellos eran los verdaderos descendientes de Abraham y que Jerusalén –el centro del cristianismo judío y de la Ley– era su madre. Según ellos, los gentiles eran ilegítimos. Si querían llegar a ser seguidores de Cristo, tenían primero que ser hijos de Abraham sometiéndose a la ley de la circuncisión.

Pablo dice que es lo opuesto. Los legalistas no son hijos de Abraham, sino que son hijos ilegítimos, como Ismael. Al confiar en la circuncisión, estaban dependiendo de "la carne", como hizo Sara con Agar y como hicieron los israelitas con la Ley de Dios en el Sinaí. Los creyentes gentiles eran los hijos de Abraham, no por descendencia natural sino, como Isaac, sobrenatural. "Como Isaac, eran el cumplimiento de la promesa hecha a Abraham [...]; como Isaac, su nacimiento a la libertad era el efecto de la gracia divina; como Isaac, pertenecían al pilar del pacto de la promesa" (James D. G. Dunn, The Epistle to the Galatians, p. 256).

¿Qué afrontarán los verdaderos descendientes de Abraham en este mundo? Gálatas 4:28-31; Génesis 21:8-12.

Ser el hijo prometido le trajo a Isaac bendiciones, pero también oposición y persecución. Con referencia a la persecución, Pablo recuerda la ceremonia que se registra en Génesis 21:8 al 10, donde Isaac recibe honor e Ismael parece burlarse de él. La palabra hebrea que aparece en Génesis 21:9 significa "reírse", pero la reacción de Sara sugiere que Ismael estaba ridiculizando a Isaac. Aunque la conducta de Ismael no sería importante para nosotros hoy, revela la hostilidad involucrada cuando estaba en juego la primogenitura. Muchos gobernantes de la antigüedad trataron de asegurar su posición eliminando los rivales potenciales, incluyendo hermanos (Jueces 9:1-6). Aunque Isaac enfrentó oposición, también gozó de muchos privilegios por ser el heredero de su padre.

Como descendientes espirituales de Isaac, no debemos sorprendernos si sufrimos dificultades y oposición, aun de dentro de la familia de la iglesia.

¿De qué modos has sufrido persecución, por causa de tu fe? ¿Podrías ser culpable de perseguir a otros por su fe?

Más de ESU