"Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe" (Gálatas 6:10).

El Evangelio y la Iglesia

sábado 17 de diciembre, 2011

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Gálatas 6:1-10; Mateo 18:15-17; 1 Corintios 10:12; Romanos 15:1; Juan 13:34; Lucas 22:3.

“ALGUNOS LABRIEGOS que cultivaban papas (patatas) decidieron guardar las más grandes para sí y usar las más pequeñas como semillas. Después de algunas cosechas pobres, descubrieron que la naturaleza había reducido sus cosechas de papas al tamaño de canicas (bolitas). Mediante este desastre, aquellos agricultores aprendieron una importante lección.

“No podían tener las mejores cosas de la vida para sí mismos y usar lo que quedaba como semilla. La Ley de la vida decreta que la cosecha reflejará la siembra.

“Plantar papas pequeñas es todavía una práctica común. Tomamos las cosas grandes de la vida para nosotros y plantamos las que quedan. Esperamos que nuestro egoísmo será recompensando con generosidad” (International Student Fellowship Newsletter, marzo de 2007).

Pablo aplica este principio en Gálatas 6:1 al 10. En vez de que los miembros se muerdan y se coman entre sí (Gálatas 5:15), la iglesia debe ser el lugar donde el Espíritu nos conduzca a poner a los otros antes que a nosotros mismos. Comprender que somos salvos por gracia debería hacernos humildes y más compasivos al tratar a otros.