"Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él" (Colosenses 1:16).

LA CREACIÓN Y LA RECREACIÓN

jueves 12 enero, 2012

¿Qué hermosas promesas se encuentran en los siguientes textos? Isaías 65:17; 66:22; 2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:4. Además, ¿cómo se vinculan con la Creación, revelada en los capítulos iniciales del Génesis?

Toda la esperanza cristiana descansa sobre las promesas de un cielo nuevo y una tierra nueva, sin la devastación que el pecado trajo a este mundo. Sin esa promesa, no tenemos ninguna esperanza. La promesa de vida eterna es maravillosa, pues queremos un mundo sin los horrores, dolores y chascos de este mundo. ¿Qué podría ser peor: la muerte eterna que espera a los que no serán salvos, o una vida eterna en un mundo en el que la miseria fuera la regla?

Todo esto nos lleva a hacernos algunas preguntas interesantes con respecto a los orígenes y a cómo Dios actuó en el proceso de la primera creación, descrita en Génesis 1 y 2 . La pregunta es: ¿serán la tierra y el cielo nuevos creados por mandato divino? Es decir, ¿será como se describe en el Génesis: Dios habla y en un tiempo muy breve la vida aparece sobre la Tierra ya formada y desarrollada, sin nada dejado al capricho o el azar?

O, en cambio, ¿significará que la vida, otra vez, tiene que soportar los “gozos” y rigores de la selección natural y la supervivencia del más apto, durante millones de años, hasta que aparezca un nuevo mundo, “en [el cual] mora la justicia” (2 Pedro 3:13)?

Después de todo, si Dios hubiera elegido usar la evolución la primera vez que creó este mundo, ¿por qué habría algo diferente la segunda vez?

Es una idea absurda que Dios vaya a usar la evolución para re-crear los cielos y la tierra, y es una evidencia más que señala lo absurdo de que el mundo fue creado de ese modo. No hay dudas: la Cruz, la Redención, y la promesa de un cielo nuevo y una tierra nueva son temas inseparablemente ligados al informe de la creación literal, narrada en el Génesis.

Imagínate cómo habrá sido nuestro mundo en su belleza original, y cómo será cuando sea creado de nuevo. Nuestras mentes apenas pueden comenzar a captar cómo será aquello. ¿Qué hay en este mundo que valga más de lo que se nos promete?

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