“Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará” (Isaías 33:22).
LA LEY ANTES DEL SINAÍ
Como todo adventista del séptimo día sabe, apenas hablamos de los Diez Mandamientos y el Sinaí, escuchamos decir que los Diez Mandamientos se dieron por primera vez a los judíos en Sinaí; por eso, son una institución judía o del Antiguo Testamento, y no se aplica a nuestros días.
Hay numerosos problemas con esa teología ya que, si fuera cierta, ¿cómo habría existido pecado antes del Sinaí, “pues el pecado es infracción de la ley” (1 Juan 3:4)? El Génesis tiene sorprendentes testigos de la existencia de la Ley de Dios mucho antes del Sinaí.
Génesis 1 y 2 describen la perfecta Creación de Dios. Génesis 3 registra la caída de Adán y Eva. En el capítulo siguiente aparece el primer homicidio. ¿Cómo sabía Caín que era culpable de homicidio por asesinar a su hermano si no había Ley?
Mucho antes del Sinaí, Dios mencionó el asesinato en el pacto que estableció con Noé después del Diluvio (Génesis 9:6).
En el libro de Job, el más antiguo de la Biblia, encontramos a Dios elogiando dos veces la rectitud de Job. ¿Qué afirma acerca del carácter de Job? (Job 1:8; 2:3). Obviamente, existía una norma del bien y del mal. Job vivió muchos años antes del Éxodo, y ni siquiera estaba en la línea del pacto.
Lee Job 24:14 y 15. ¿Cómo nos ayudan estos versículos a comprender qué incluía la norma del bien y del mal?
Cuando Abraham le mintió al rey Abimelec acerca de Sara, Dios lo reprendió por su falsedad. Y aunque Abimelec no era un israelita, Dios le aplicó la misma norma de pureza matrimonial que se encuentra en el Decálogo, y le exigió a Sara la devolviera a Abraham (ver Génesis 20:9).
¿Cuál es el testimonio que Dios le dio a Isaac acerca de su padre Abraham? Génesis 26:4, 5.
En el hebreo, Génesis 26:5 usa cuatro palabras diferentes, mshmart, mzvot, huqot, y torot (de Tora, “la ley”) para describir lo que Abraham obedeció. Entre todos ellos, estaban los Diez Mandamientos.
Cuando Jacob, a pedido de Dios, regresó a Betel para edificar un altar al Señor, sintió la necesidad de un reavivamiento de su clan. ¿Qué pidió a su familia que hiciera? (Ver Génesis 35:2, 3).
La idea de que no había Ley hasta el Sinaí no tiene lógica a la luz de lo mucho que la Biblia enseña acerca de la vida antes del Sinaí.