“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8).

EL PASADO Y EL FUTURO

domingo 26 de febrero, 2012

La historia humana se enseña en general como la historia de las civilizaciones. Los hechos importantes suelen ser los que afectaron el desarrollo de esas civilizaciones. Algunos alegan que los asuntos humanos son, como el resto de la naturaleza, esencialmente cíclicos, repitiendo sin fin el nacimiento, el crecimiento, la madurez, la decadencia y la muerte, sin un comienzo o un final importante.

La esfera del reloj puede ser engañosa; mientras las manecillas giran y giran, pueden dar la ilusión de que el tiempo avanza en ciclos. Pero esta no es la realidad. La vida humana corre sobre una línea, no por un círculo renovable. El tiempo, de acuerdo con la Biblia, es una calle de una sola mano.

¿Qué afirman los escritores bíblicos acerca del comienzo y el fin de la historia humana? Génesis 1:1; Job 38:1-7; Salmos 104:1-9; Apocalipsis 1:1-3 , 19; 21:1-6.

La historia humana no es una serie sin fin de ciclos repetidos. Tuvo un origen definido y tendrá un futuro glorioso. La historia humana tiene un punto final, una meta. En general, no puedes estar seguro de cuál es la lección de una historia hasta que llegas al fin de ella. Siempre puede haber sorpresas al final y, en las mejores historias, las hay. ¿Cómo podemos nosotros, que estamos en esta historia cósmica, conocer esa meta? Nosotros lo sabemos porque Dios, por medio de sus profetas, nos la reveló.

Estamos hablando de la revelación. Dios conoce el futuro y todas las elecciones posibles que los humanos pueden hacer libremente; y él nos ha dicho cómo resultará al final, cualesquiera sean las elecciones que hagamos.

¿Cómo se explica esta revelación en el Nuevo Testamento? 2 Pedro 1:21.

Si confiamos en la Palabra de Dios y lo que dice acerca de sí misma, podemos saber que Dios conoce el fin y que nos lo ha revelado. Él es el Dios del pasado y del presente, pero también es el Señor del futuro. Por eso, podemos confiar en que el futuro sucederá como él dijo que sería.

¿Cuán fácil es predecir el futuro? ¿Cuán a menudo te equivocaste? Las buenas noticias son que Dios sabe todo lo que ocurrirá. ¿Cómo puedes encontrar consuelo al ver que un Dios de amor sabe todo lo que se te cruzará en el camino?