“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8).
CONCLUSIÓN
“La Biblia es [...]la fuente de la verdad eterna y una mano divina ha preservado su pureza a través de los siglos. [...] Solo en ella hallamos un relato auténtico del origen de las naciones. Solo en ella se da una historia de nuestra raza, libre de prejuicios u orgullo humanos.
“En los anales de la historia humana, el crecimiento de las naciones, y el levantamiento y caída de los imperios parecen depender de la voluntad y las proezas del hombre. Los sucesos parecen ser determinados, en gran parte, por su poder, su ambición o su capricho. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y detrás, encima y entremedio de la trama y la urdimbre de los intereses, las pasiones y el poder de los hombres, contemplamos los agentes del Ser misericordioso, que ejecutan silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de Dios.
“La Biblia revela la verdadera filosofía de la historia” (Ed 173).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1.Los filósofos y teólogos han debatido el tema del preconocimiento de Dios y la libertad humana. Muchos los consideran incompatibles. Alegan que no tenemos libre albedrío o que Dios no conoce todo el futuro. Pero ¿por qué ambas posiciones son equivocadas? ¿Qué evidencia tenemos en la Biblia de la libre elección y de que Dios conoce el futuro? ¿Por qué no se contradicen estas dos ideas?
2.Satanás ataca duramente Daniel 2, porque provee una evidencia racional de la existencia de Dios. Después de todo, ¿qué fundamento más firme puedes tener para la fe que algo tan sólido e inmutable como la historia del mundo? El engañador utiliza a los eruditos para alegar que Daniel 2 fue escrito alrededor del año 165 a.C., mucho después de que varios de los eventos predichos en él ya habían sucedido. Pero ese argumento es destruido por la profecía misma. ¿Cómo pudo Daniel predecir la ruptura de Roma para formar las naciones de la Europa moderna, hecho que sucedió unos quinientos o seiscientos años después del 165 a.C.? Si esta predicción asombrosa requirió un conocimiento previo sobrenatural, ¿por qué no podríamos confiar en lo que dice el libro, sobre la fecha en que fue escrito, en vez de aceptar una idea refutada por la profecía misma? Dar una fecha tardía al libro de Daniel es tratar de quitarle sus poderes proféticos. Este intento falla completamente.
RESUMEN: Por caótica que pueda parecer la historia del mundo, Dios está obrando en ella para cumplir sus propósitos. La historia humana terminará con la gloriosa segunda venida de Jesús.