“Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19).
APRENDER HACIENDO
No importa cuántos libros lea una persona acerca de su deporte favorito y cuántos juegos haya observado, si quiere ser un jugador tiene que salir al campo y jugar. Esto se llama experiencia práctica, aprender haciendo; sin ello, una persona no está equipada. Esta verdad universal se aplica a la testificación y a la evangelización cristianas. A veces la gente dice que no quiere involucrarse porque no está lista. Deben entender que la participación activa es una parte vital de estar listos. Comenzando en pequeño, paso a paso, se logra. Si el Espíritu Santo nos dirige, nuestras habilidades, experiencia y confianza aumentan.
En Mateo 10:1 al 14 dice que Jesús equipó a sus discípulos y los envió. Por diferente que sea la situación hoy, ¿qué podemos aprender que revela que eso era parte de su adiestramiento?
Jesús les enseñó "en el aula", por así decirlo. También los llevó al campo, donde aprendieron observando lo que hacía. Después de que Jesús los equipó con el poder de sanar a los enfermos, resucitar muertos y echar fuera demonios (versisculo 8), los envió sin ir con ellos. Pero, nota la cantidad de instrucción que les dio. Los instruyó acerca de qué predicar, qué milagros realizar, qué no debían llevar, con quién alojarse y cuándo abandonar un campo no fructífero. Solo por medio de esta interacción con la gente aprenderían muchas lecciones importantes.Este pasaje muestra el adiestramiento en el trabajo mismo. No podían ministrar si no se ponían en contacto con la gente; nunca debemos olvidar esto.
Lee Lucas 10:1 al 11. ¿Qué semejanzas hay entre las instrucciones que les dio a los Doce y a los Setenta? ¿Qué principios podemos aprender nosotros de esas instrucciones?
Aunque Jesús envió a los Setenta a lugares donde quería ir poco después (versiculo 1), él sabía lo que los discípulos encontrarían al intentar esparcir el evangelio después de su ascensión, cuando estuvieran solos. Las instrucciones dadas a los setenta discípulos indica que Jesús los estaba preparando para lo que estaba delante de ellos.
¿Cuántas excusas logras encontrar para no testificar de tu fe cuando surge la oportunidad? ¿Cuál es la más frecuente?