“¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Romanos 10:15).

RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

domingo 27 de mayo, 2012

Muchos dirigentes consagrados han acabado o disminuido su efectividad por su falta de disposición a compartir la carga ministerial con otros. Esto no es un problema nuevo generado por nuestro acelerado mundo moderno. Aun Moisés, el gran líder del Antiguo Testamento, necesitó ayuda para ver el cuadro general del liderazgo compartido. Podemos aprender mucho de su experiencia y del buen consejo que recibió de su suegro, Jetro.

Lee Éxodo 18:13 al 26. ¿Qué importancia ves en las palabras “ellos juzgarán”?

Solo podemos suponer por cuánto tiempo más Moisés habría sido capaz de mantenerse sobrecargado de trabajo. Del mismo modo, solo podemos suponer hasta dónde se daba cuenta de la disponibilidad de ayudantes capaces. Esta historia revela que había muchos que eran capaces y estaban dispuestos a ayudar. Moisés debió permitirles involucrarse, delegándoles ciertas tareas de liderazgo.

El ministerio que los dirigentes deben compartir incluye la testificación y la evangelización. Los principios de una responsabilidad bien organizada y compartida, que obtenemos de la experiencia de Moisés, son muy valiosos para nuestros esfuerzos de ganar almas para el Reino.

¿De qué forma Moisés eligió hombres con características específicas (versiculo 21) y les dio diversos grados de responsabilidad (versiculo 25)? ¿Cómo se aplican estos principios en las iglesias de hoy?

Sin duda, la tarea de hablar en nombre de Dios fue la que hizo que Moisés vacilara en compartir sus responsabilidades. También nosotros sentimos la gran responsabilidad de hablar a la gente acerca de Dios y de hablar por Dios. Esta tarea es asunto serio. Sabemos que hay vidas eternas en juego. Y, aunque esto nos hace ser cautelosos, debemos siempre estar dispuestos a involucrar a todos en la tarea de difusión y de evangelización.

Lee otra vez Éxodo 18:21 y 22. Nota que los nuevos líderes estuvieron dispuestos en todo momento. De este modo, deberíamos estar siempre listos para compartir la esperanza que tenemos.