“Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15).

CONCLUSIÓN

viernes 08 junio, 2012

Mantenerse en el camino.

Así como cualquier buen vehículo a motor, en última instancia, se romperá como resultado de la falta de mantenimiento regular, muchos ministerios buenos y valiosos de la iglesia han caído junto al camino por causa de una falta de intencional mantenimiento regular.

Para mantener tu ministerio saludable y en el camino, considera la siguiente lista de temas de mantenimiento:

1. Mantén tu conexión personal. Recuérdate a menudo que estás en un ministerio en sociedad con el Señor.

2. Mantén tu visión personal. ¿Todavía sientes la importancia de tu ministerio? ¿Están tus metas tan claras y fuertes como eran cuando te involucraste en este ministerio?

3. Mantén tu comunicación. Informar regularmente es importante para un apoyo continuo. La gente está ocupada y necesita que se le recuerde cómo está marchando este ministerio, y también cómo pueden participar.

4. Mantén tu entusiasmo. Es un dicho verdadero que “Nada genera tanto entusiasmo como el entusiasmo”. Muestra tu entusiasmo continuado acerca de tu ministerio, y otros también se entusiasmarán.

5. Mantén tu foco. No te desvíes con otros deberes o programas que te impidan dedicar el tiempo y la energía que tu ministerio actual necesita para sobrevivir y crecer.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. En la clase, repasen las respuestas a la pregunta final de la sección del martes.

2. ¿Qué vislumbres proporcionan la siguiente cita sobre la relación entre el amor a Dios y el servicio a él? “El cristiano que está despierto es el que trabaja, el que procura celosamente hacer todo lo posible para que el evangelio progrese. A medida que crece su amor por el Redentor, crece también su amor por el prójimo” (HAp 215).

3. “Los que nunca han experimentado el tierno y persuasivo amor de Cristo no pueden guiar a otros a la Fuente de la vida. Su amor en el corazón es un poder constrictivo, que induce a los hombres a revelarlo en la conversación, por medio de un espíritu tierno y compasivo, y en la elevación de las vidas de los que se asocian con él. Los obreros cristianos que tienen éxito en sus esfuerzos deben conocer su amor. Su idoneidad como obreros se mide en el cielo por su capacidad para amar como Cristo amó y para trabajar como él trabajó” (HAp 454, 455). En la clase, compartan sus propias experiencias personales del amor de Dios y cómo han llegado a conocerlo por sí mismos.

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