“Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15).    

LIBRES PARA SER ESCLAVOS

jueves 7 de junio, 2012

Una vez fuimos esclavos del pecado, pero por Cristo hemos sido libertados (Romanos 6:6; Gálatas 5:1; 1 Tesalonicenses 1:10) y adoptados (Romanos 8:15), y hemos nacidos de nuevo (1 Pedro 1:23).

El obrero efectivo le entrega a Dios el pasado, y acepta su poder para el presente y el futuro. Es decir, los libertados por Cristo se vuelven sus esclavos. Esto puede parecer extraño: que la liberación conduzca a la esclavitud, pero es tan cierta como el dicho: "Para estar espiritualmente llenos debemos vaciarnos continuamente".

Lee Filipenses 1:1; Santiago 1:1; y 2 Pedro 1:1. ¿Qué quieren decir Pablo, Timoteo, Santiago y Pedro cuando se presentan como siervos de Dios? ¿Cómo comprendemos estas ideas acerca de nosotros?

Los siervos, o esclavos, eran propiedad del amo, y obligados a trabajar bajo sus órdenes. En el sentido cristiano, trabajar para el Maestro es una elección voluntaria. Dios nos ama mucho y no fuerza nuestra voluntad. Al usar esas palabras, Pablo, Timoteo, Santiago y Pedro indicaban su completa identificación con Cristo y su causa. Estaban afirmando su servicio sin reservas a él como su Señor. Estaban renunciando a su importancia, para que otros enfocaran solo a Jesús. En esta esclavitud, hay seguidores consagrados, leales y devotos que sirven con abnegación.

Lee Juan 8:34 al 36. ¿Qué se enseña aquí acerca de la esclavitud del pecado y el camino a la libertad?

Los oyentes de Jesús sabían que los esclavos no tenían seguridad. Podían venderlos según el capricho del amo, mientras que el hijo del amo siempre estaba seguro en su casa. Aquí Jesús usa la esclavitud para impartir una verdad espiritual. Si el Hijo de Dios te hace espiritualmente libre de la esclavitud al pecado, estarás realmente libre. Pocos esclavos liberados volvían a la esclavitud, pero, espiritualmente, esto es lo que sucede cuando somos liberados de la esclavitud del pecado y llegamos a ser esclavos de Cristo (Romanos 6:17, 18). Si somos libres de concentrarnos en nosotros, somos libres para considerar a otros y cómo podemos beneficiarlos. Aquí está la clave de una vida de servicio.