“Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado” (Marcos 6:30).

LA IMPORTANCIA DE INFORMAR

martes 12 junio, 2012

No siempre se ha visto la importancia de informar las actividades de evangelización y de testificación, y sus resultados, y por eso no se hace. En todas las áreas de nuestra vida, lo que se ve como una pérdida de tiempo no recibe mucha atención. Por lo tanto, hay que demostrar la importancia de informar. Es decir, los feligreses necesitan ver lo que está logrando la evaluación de los informes.

Existe una diferencia entre el informe sencillo de hechos fríos y el compartir cómo las actividades que representan esos datos son una parte exitosa de las actividades de la iglesia para salvar almas. Quienes informan necesitan transmitir el entusiasmo y el gozo del éxito que da el estar involucrados en ese ministerio.

Si quitáramos los informes de las actividades evangelizadoras de Hechos, ¿qué información entusiasta y animadora nos perderíamos, que aparece en los siguientes versículos: Hechos 5:14; 8:4, 12; 11:21; 14:21?

El rápido crecimiento que se informa en Hechos sucedió gracias al poder del Espíritu Santo. Recordando la promesa que les dio Jesús, los creyentes realizaron actividades que produjeron esos resultados. Estaban concentrados en lo que querían lograr y en cómo lograrlo. Se informa que, por medio de la predicación del evangelio, multitudes se volvieron al Señor y fueron bautizadas como parte del proceso de discipulado. Esto subraya la importancia de informar los resultados y las actividades con tanto detalle como se pueda, aunque la Biblia registra los resultados de la testificación y la evangelización más que los detalles de las actividades mismas.

Esos primeros misioneros fueron por todas partes, predicando a Jesús y su reino. Por los resultados informados, suponemos que hicieron invitaciones poderosas a sus oyentes. Esta predicación y esta apelación continuas produjeron el crecimiento de la iglesia registrado en los Hechos.

Por supuesto, es animador cuando oímos historias de esfuerzos evangelizadores de éxito. Sin embargo, ¿cómo respondemos cuando las cosas no van tan bien, cuando nuestros planes parecen caerse, cuando nuestros esfuerzos parecen no dar resultados? ¿Cuál debería ser nuestra respuesta? Compara tus respuestas con la clase el sábado.

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