“Para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos” (1 Tesalonicenses 3:13).

ORACIONES RENOVADAS DE PABLO

jueves 9 de agosto, 2012

La segunda venida de Jesús es un estímulo poderoso para el crecimiento espiritual. Cada acto de abuso o de opresión será llevado ante la justicia, y cada acto de amor o de bondad será reconocido y recompensado (ver, por ejemplo, Mateo 10:42). Esto significa que cada acto, por pequeño que sea, tiene significado.

Pero, de igual importancia para Pablo, y el énfasis de esta lección, es que la segunda venida será una gloriosa reunión de familiares y amigos, que durará para siempre por lo que Cristo ha hecho. Las relaciones cristianas no tienen fecha de vencimiento; durarán eternamente.

Lee 1 Tesalonicenses 3:11 al 13. Después de la llegada de Timoteo, ¿qué cosas incluye Pablo en sus oraciones en favor de los tesalonicenses?

Primera de Tesalonicenses 3:11 al 13 parece la oración final de un culto de adoración. Pablo desea volver a Tesalónica para resolver las deficiencias de fe de la iglesia (1 Tesalonicenses 3:10). Pero, aun si no pudiera volver, suplica a Dios que motive a los tesalonicenses a crecer en fe y amor, no solo por cada uno de ellos, sino también por sus vecinos y por las personas con las que se relacionen. Este amor será un componente de sus caracteres cuando regrese Jesús.

El comentario de Pablo en el versículo 13 es algo desconcertante: que Jesús vendrá “con todos sus santos”. La palabra santos se aplica normalmente a los seres humanos en el Nuevo Testamento. Por otro lado, los textos que hablan de la segunda venida en el Nuevo Testamento describen a Jesús acompañado por ángeles, en vez de por seres humanos (Mateo 24:30-32; Marcos 8:36; 13:27). Así que, ¿quiénes son los “santos” en este versículo?

La solución es reconocer que, en el versículo 13, Pablo adoptó el lenguaje de Zacarías 14:5 y lo aplicó a la segunda venida de Jesús. Los “santos” en el Antiguo Testamento se entienden mejor como ángeles (ver también Deuteronomio 33:2 y Daniel 7:10). El Nuevo Testamento da a la palabra “santos” otro significado: son seres humanos cuya justicia es la de Jesús. En 1 Tesalonicenses 3:13, sin embargo, Pablo vuelve a la definición de la palabra santos que hay en el Antiguo Testamento: seres angélicos en la presencia de Dios. Como tales, ellos acompañarán a Jesús, el Dios-hombre, cuando regrese a la Tierra.