"Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo" (1 Tesalonicenses 5:8).
LA VENTAJA DEL CREYENTE
Al principio del capítulo 5, Pablo se ocupa de quienes, por cualquier razón, no están preparados. Los tesalonicenses saben que la segunda venida de Cristo es segura; solo el tiempo es desconocido. La sorpresa será trágica para quienes no estén listos. Algunos no están preparados porque no creen en la segunda venida; otros, porque creen que pueden postergar su preparación hasta que los eventos los convenzan de que el fin está cerca.
En la década de 1950, un joven oyó decir a un predicador que Jesús vendría en 1964, de modo que debía prepararse. El joven decidió que, como todavía faltaban varios años, él no se preocuparía en prepararse hasta 1962. En otras palabras, la intención del predicador de aumentar el sentido de urgencia tuvo el efecto opuesto en este joven. Esa demora es peligrosa, porque no sabes si vivirás siquiera hasta mañana. La buena noticia es que no necesitamos saber cuándo vendrá Jesús, y debemos prepararnos hoy.
Lee 1 Tesalonicenses 5:4 y 5. ¿Cuál es el significado espiritual de las metáforas como luz y día, oscuridad y luz? ¿Qué aspectos de tu vida podrían describirse como luz y cuáles como oscuridad? ¿Qué implica tu respuesta?
En estos versículos, Pablo comienza una serie de contrastes con día/noche y oscuridad/luz (en el versículo 3 está implícito el contraste ruina/rescate). Los eventos del fin sorprenderán a los incrédulos, pero no a los creyentes. ¿Por qué? Porque ellos viven en la luz. La Biblia es una "lámpara a mis pies ... y lumbrera a mi camino" (Salmos 119:105). La profecía fue dada para que tengamos suficiente información con el fin de estar espiritualmente preparados para lo que suceda en el futuro.
La preparación para la segunda venida involucra: 1) ocupar tiempo de calidad para estudiar la Palabra de Dios, y 2) el acto de depositar tesoros en el cielo. La preparación es una entrega diaria al Señor.
Hay muchas distracciones en el mundo actual, desde los trabajos hasta el correo electrónico, los entretenimientos, y el consumo de drogas y otros elementos perjudiciales. La apelación de Pablo nos llega desde la antigüedad. Pon a un lado las distracciones. Pon la Palabra de Dios primero en tu vida, y no serás abrumado por los eventos, no importa cuán inesperados sean.