“Así que, hermanos, estad firmes y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra” (2 Tesalonicenses. 2:15).

CONCLUSIÓN

viernes 28 septiembre, 2012

“Los creyentes de Tesalónica sufrían molestias por parte de hombres que se levantaban entre ellos con ideas y doctrinas fanáticas. Algunos andaban ‘desordenadamente, no trabajando en nada, sino entrometiéndose en lo ajeno’. La iglesia había sido debidamente organizada, y se habían nombrado dirigentes para que actuaran como ministros y diáconos. Pero había algunos díscolos e impulsivos que no querían someterse a los que ocupaban puestos de autoridad en la iglesia” (HAp 215).

“Pablo no dependía enteramente de la labor de sus manos para sostenerse en Tesalónica. [...] (Filipenses 4:16). No obstante el hecho de que había recibido esa ayuda, tuvo cuidado de presentar a los tesalonicenses un ejemplo de diligencia, de modo que nadie pudiera, con razón, acusarlo de codicia, y también para que los que tenían conceptos fanáticos en cuanto al trabajo manual recibieran una reprensión práctica” (ibíd. 287).

“La costumbre de mantener a hombres y mujeres en la ociosidad mediante regalos privados y con dinero de la iglesia fomenta sus hábitos pecaminosos, y este proceder debe evitarse con mucho cuidado. Cada hombre, mujer y niño debería ser educado para que haga un trabajo práctico y útil. Todos deben aprender algún oficio. Podría ser fabricando carpas o una ocupación de otra naturaleza; pero todos deben ser educados en el uso de los miembros de su cuerpo para algún propósito, y Dios está listo y dispuesto a aumentar la adaptabilidad de todos los que quieran educarse para adquirir hábitos de laboriosidad” (“Comentarios de Elena G. de White”, CBA 7:924).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. ¿De qué manera la iglesia mantiene el equilibrio entre aferrarse a verdades confirmadas en lo pasado y seguir la luz progresiva de Dios? ¿Cómo saber cuándo una nueva “luz” es “luz” y no engaño?

2. ¿De qué manera tratamos a los miembros de iglesia desordenados y alborotadores, que siempre parecen quejarse por algo? ¿Qué hacemos con los que expresan preocupación acerca de problemas reales?

3. Resume el mensaje de Pablo a los tesalonicenses en estas dos cartas, de forma tal que sean relevantes para nuestra iglesia hoy.

RESUMEN: Las dos epístolas de Pablo a los Tesalonicenses enseñan mucho acerca de cómo actúa una iglesia en un ambiente diferente. Aunque el contexto es diferente del nuestro, los principios que él expuso son duraderos y eternos, porque son inspirados por el Señor mismo.

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