"De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

LA PROVISIÓN DIVINA: Primera parte

lunes 22 de octubre, 2012

Los efectos del pecado fueron inmediatos, y requirieron atención inmediata. Por lo tanto, fue necesario algún tipo de provisión para cuando el pecado apareciera. Elena de White lo expresó claramente: "Tan pronto como hubo pecado, hubo un Salvador. Cristo sabía que habría de sufrir, y sin embargo se convirtió en el Sustituto del hombre. Tan pronto como pecó Adán, el Hijo de Dios se presentó como el garante de la raza humana, con tanto poder para impedir la condenación pronunciada sobre los culpables como cuando murió en la cruz del Calvario" ("Comentarios de Elena G. de White", CBA 1:1.098, 1.099).

¿Qué nos dicen estos textos acerca del plan de salvación y cuándo fue establecido? ¿Qué esperanza y promesa podemos encontrar en ellos?

Tito 1:1,2; Efesios 1:3-5; 2 Tesalonicenses 2:13, 14; Apocalipsis 13:8;

¿Qué están indicando estos textos? Básicamente, desde la eternidad, Dios había hecho provisión para el problema del pecado. Aunque Dios no ordenó la existencia del pecado (si lo hubiese hecho, él sería responsable, una idea horrible y blasfema), él sí sabía que aparecería, de modo que ya en la eternidad hizo provisión para afrontarlo.

Esta es la predestinación bíblica, muy diferente de la "predestinación" como se la entiende comúnmente. Era el plan de Dios, desde la eternidad, que todos los seres humanos tuvieran salvación en Jesús. El hecho de que algunos rechacen esta salvación no la anula; solo aumenta la tragedia de lo que significa estar perdido frente a lo que se ha hecho por nosotros.

Medita en la gran verdad de que, desde la eternidad, el plan de Dios era que tú, personalmente, tuvieras salvación. Piensa en lo que esto significa. ¿De qué modo esta verdad impacta tu vida?