Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro
(Isa. 45:18)
LA PALABRA TODOPODEROSA DE DIOS
¿Qué nos enseñan los siguientes textos acerca del poder de la palabra de Dios?
2 Corintios 4:6
Isaias 55:11
2 Pedro 3:5
La Biblia enseña que Dios creó de la nada (ex nihilo), por el poder de su palabra y sin resistencia de ninguna clase. Entre todos los pueblos del mundo antiguo, este concepto de la creación es específico de los hebreos. La mayoría de las historias extra bíblicas de la creación hablan de conflicto y de violencia en la creación. Por ejemplo, los antiguos babilonios decían que el monstruo Apsu y su consorte Tiamat produjeron una generación de dioses que luego intentaron destruir, pero Tiamat murió en la batalla. Su cuerpo fue dividido en dos partes: una formó el cielo y la otra formó la tierra.
El hombre moderno también inventó una historia de la creación mediante violencia. Según ella, el mundo contó con recursos escasos, produciendo competencia entre los individuos, y por eso los más débiles eran eliminados por los más fuertes. Con el tiempo, dicen, los organismos llegaron a ser más y más complejos, produciendo en última instancia a todos los organismos vivientes y a los humanos a partir de un antepasado común.
No obstante, los "dioses" de la teoría evolucionista (mutación al azar y selección natural) no son iguales al Dios de la Biblia, ya que Dios es el Defensor de los débiles y el Proveedor de las criaturas. La muerte, el sufrimiento y otros males no fueron causados por Dios; al contrario, aparecieron como resultado natural de la rebelión contra su buen gobierno. Los dioses de la teoría evolucionista usan la competencia y la eliminación de los débiles para crear. Aún peor, son responsables por la muerte y el sufrimiento, ya que estos son sus medios específicos para hacerlo. De este modo, Génesis 1 y 2 no armoniza con la teoría evolucionista que, en esencia, se opone al informe bíblico de la creación.