“La sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: él prende a los sabios en la astucia de ellos” (1 Corintios 3:19).

POR ESPEJO, OSCURAMENTE

sábado 9 de febrero, 2013

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Job 12:10; 1 Corintios 6:19, 20; Génesis 3:17; Juan 12:31; 1 Corintios 1:18-21.

EN 1802, El TEÓLOGIA WILLIAM PALEY escribió un libro titulado Natural Theology [Teología natural], en el cual alegaba que podemos usar las observaciones de la naturaleza a fin de comprender el carácter de Dios. Escribió sobre las formas en que los animales muestran el cuidado y la habilidad del Creador. Sin embargo, Paley puede haber exagerado algunos rasgos, pues dejó de reconocer los efectos que el pecado y la caída tuvieron sobre la naturaleza. No obstante, su argumento general nunca ha sido refutado, ¡a pesar de numerosas y ruidosas pretensiones en contra!

Charles Darwin, en contraste, afirmaba que un Dios que diseñó cada rasgo de la naturaleza no sería bueno. Como evidencia, se refirió a los parásitos que se alimentan dentro de los organismos vivos de las orugas y la forma cruel en la que el gato juega con un ratón. Para él, estos ejemplos eran una evidencia contra la existencia de un Dios creador amante.

Aunque Paley estaba más cerca de la verdad que Darwin, la lección de esta semana examinará la respuesta de la Biblia sobre qué revela la naturaleza acerca de Dios, y qué no.