"Y los salvará en aquel día Jehová su Dios como rebaño de su pueblo; porque como piedras de diadema serán enaltecidos en su tierra" Zac. 9:16

Al Que Traspasaron

martes 18 junio, 2013

Los capítulos 12 al 14 de Zacarías revelan varias cosas que podrían haber ocurrido si Israel hubiese sido fiel a Dios. Primero, el Señor le habría dado la victoria total sobre los poderes del mal y sobre las naciones hostiles que hubieran tratado de oponerse a su plan de salvación (Zac. 12:1-9). Aunque Jerusalén había de ser el instrumento de Dios para este triunfo, la victoria misma habría ocurrido por la intervención del Señor. Al final, el enemigo habría sido derrotado y destruido totalmente.

Zacarías 12:10 marca la transición del movimiento desde la liberación física, de lo que habría sucedido si Israel hubiese sido fiel, a la liberación espiritual del pueblo fiel de Dios. Al obtener la victoria, el pueblo de Dios abrazaría a su Señor. El Espíritu divino de gracia y de suplicación sería derramado sobre los dirigentes y el pueblo. Esta obra de convicción del Espíritu resultaría en un arrepentimiento y un reavivamiento espiritual de gran alcance, algo que nuestra iglesia está buscando.

Mientras Dios derrama su Espíritu, su pueblo considera a aquel a quien traspasaron y lamenta sobre él como quien lamenta sobre la muerte de un hijo único. La palabra hebrea para “traspasaron” siempre describe algún tipo de violencia física, que generalmente resulta en muerte (Núm. 25:8; 1 Sam. 31:4). La intensidad del dolor del pueblo se realza por la percepción de que sus propios pecados causaron la muerte de Jesucristo.

Lee Zacarías 12:10. ¿De qué modo el apóstol Juan conecta este pasaje con la crucifixión de Cristo y su segunda venida? Ver Juan 19:37; Apoc. 1:7.

Es muy interesante que una interpretación tradicional judaica sostiene que este versículo apunta a la experiencia del Mesías. Por supuesto, están en lo correcto: está hablando acerca de Jesús y de su muerte en la cruz (compara con Isaías 53).

“Las escenas del Calvario despiertan la más profunda emoción. Tendrás discul­pas si manifiestas entusiasmo por este tema. Que Cristo, tan excelso e inocente, hubiese de sufrir una muerte tan dolorosa y soportar el peso de los pecados del mundo es algo que nuestros pensamientos e imaginaciones no podrán nunca comprender” (TI 2:192)

¿Cómo puede crecer tu aprecio por lo que su muerte significa para ti y por lo que te ofrece?

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