"Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia. La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia" Sal. 119:159, 160
FRUTOS Y DONES
¿Cuáles son algunas de las razones principales por las que Dios da los dones del Espíritu Santo a su iglesia? 1 Cor. 12:4-7; Rom. 12:4-8; Efe. 4:11-16.
Los dones del Espíritu Santo pueden dividirse en dos categorías: algunos dones son cualidades, otros dones son vocaciones. Por ejemplo, los dones de ayuda, hospitalidad, exhortación y enseñanza son cualidades que Dios imparte a creyentes individuales (Rom. 12:6-8). Los dones como ser apóstoles, profetas, evangelistas y pastores/maestros son vocaciones dadas a creyentes individuales (Efe. 4:11, 12). Ambas categorías sirven a un propósito similar. Han sido impartidos por el Espíritu Santo para fortalecer la vida espiritual de la iglesia y equiparla para la misión. Los dones espirituales no son un fin en sí mismos. Fueron dados por Dios para el beneficio de su iglesia.
¿Qué quiere decir Pablo cuando usa la expresión: "Andad en el Espíritu", en Gálatas 5:16? Lee Gálatas 5:22 al 25, y registra los aspectos que provienen de andar en el Espíritu. Ver también Juan 15:1-7.
Cualquier así llamado reavivamiento que tiene poco interés en el fruto del Espíritu pero está obsesionado con poseer los dones del Espíritu es peligroso. Si Dios diera dones del Espíritu en abundancia a los creyentes que no estén manifestando el fruto del Espíritu, la iglesia llegaría a ser el centro de un exhibicionismo egoísta. Si Dios abriera el poder del cielo cuando las líneas del poder espiritual están deterioradas, produciría solo resultados desastrosos. Cuidado con los movimientos que se concentran en los dones y el poder del Espíritu Santo en vez de hacerlo en la obediencia a la voluntad de Dios y en un carácter transformado que revele el fruto del Espíritu.
¿Qué le dices a alguien que ha experimentado lo que juzga ser una manifestación sobrenatural de Dios? ¿Cómo podrías ayudarlo a saber si es verdaderamente de Dios o de alguna otra fuente? ¿De qué modo nuestra comprensión de la realidad de la gran controversia nos ayuda cuando buscamos comprender quién o qué está detrás de los milagros?