"Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros" Santiago 4:6, 7

FE PARA ACTUAR

jueves 5 de septiembre, 2013

Jesús reveló la compasión y el amor del Padre por medio de los milagros que realizó. Sanó cuerpos paralizados para revelar una capacidad aún mayor, de sanar almas paralizadas. Restauró brazos y piernas retorcidos para demostrar su deseo de restaurar corazones y mentes. Los milagros de Jesús nos enseñan algo acerca de cómo ejercer fe. Nos enseñan lecciones valiosas acerca de crecimiento y cambio.

Una de las ilustraciones más poderosas del poder de la fe se encuentra en el milagro del sufriente junto al estanque de Betesda. El pobre hombre estuvo allí durante 38 años. No tenía esperanza. Su vida parecía destinada a la invalidez, la pobreza y el sufrimiento, hasta que llegó Jesús.

Lee Juan 5:1 al 14. ¿Por qué crees que Jesús le preguntó al hombre: “¿Quieres ser sano?” (Juan 5:6)? ¿No es obvio que cualquiera que sufrió durante tanto tiempo desearía ser sanado? ¿Cuál era el motivo de Jesús? ¿Cuál fue la respuesta del hombre? (Juan 5:7).

Jesús no escuchó la excusa del hombre, ni la discutió. Sencillamente, dijo: “Levántate, toma tu lecho, y anda” (Juan 5:8). La pregunta esencial era: ¿Creería en la palabra de Cristo este pobre hombre enfermo, y actuaría basado en ella, a pesar de lo que experimentaba? Tan pronto como el hombre resolvió actuar sobre la base de las palabras de Cristo, fue sanado. El don de Jesús estaba en su palabra, la cual llevaba consigo el poder del Espíritu Santo para realizar lo que Cristo declaraba.

“Si crees la promesa, si crees que estás perdonado y limpiado, Dios suple el hecho; estás sano, tal como Cristo dio al paralítico el poder para andar cuando el hombre creyó que había sido sanado. Así es si así lo crees.

“No esperes sentir que estás sano, mas di: ‘Lo creo, así es, no porque lo sienta, sino porque Dios lo ha prometido’ ” CC 51

¿Por qué es tan importante creer en las promesas de Dios de perdón, especial- mente cuando nos sentimos tan condenados y culpables por nuestros pecados? ¿Por qué el perdón debe preceder a la reforma en nuestras vidas? ¿Por qué es importante creer que podemos vencer gracias al poder de Cristo en nuestras vidas, aun ahora mismo?