"Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros" Santiago 4:6, 7

LA CONVICCIÓN DE VOLVER

miércoles 04 septiembre, 2013

Lee Lucas 15:11 al 21. ¿Qué actitudes y acciones específicas condujeron al hijo pródigo a decidir volver? ¿Qué principios de reavivamiento y reforma vemos aquí?

El reavivamiento puede definirse de diversas maneras, pero un factor no debe ser pasado por alto: el reavivamiento es volver a casa. Es el deseo del corazón de conocer al Padre de una manera más profunda. La reforma es la elección de responder al Espíritu Santo para cambiar y crecer. Es la elección de abandonar todo lo que estorbe esa relación con Dios. El pródigo no podía estar en el corral de cerdos y en la mesa del Padre al mismo tiempo.

Es decir, el joven extrañaba mucho su casa como para quedarse donde estaba. El dolor de su corazón le decía que debía volver. Este dolor por la presencia de Dios nos conduce a anhelar un reavivamiento y una reforma. Este clamor del corazón por el abrazo del Padre nos motiva para hacer los cambios necesarios también en nuestras vidas.

Mientras el joven se alistaba para volver a casa, preparó un discurso para disculparse. Debió de haberlo practicado vez tras vez. Lee su discursito en Lucas 15:18 y 19, y la interrupción de su padre, en los versículos 20 al 24. ¿Qué revela esta interrupción acerca de la actitud del padre hacia su hijo, y la actitud de Dios hacia nosotros?

Aunque no podía ver a su hijo, este no estaba lejos de su corazón. Los ojos del padre escrutaban el horizonte buscando cada día a su hijo. La mayor motivación para hacer cambios en nuestras vidas es el deseo de no seguir quebrantando el corazón de quien nos ama tanto. Cuando el joven estaba con los cerdos, el padre sufría más que su hijo. El reavivamiento sucede cuando el amor de Dios quebranta nuestros corazones. La reforma ocurre cuando elegimos responder al amor que no nos suelta. Sucede cuando hacemos las difíciles decisiones de abandonar las actitudes, hábitos, pensamientos y sentimientos que nos separan de él.

¿De qué modo la declaración “este mi hijo muerto era, y ha revivido” es una definición del verdadero reavivamiento? ¿Cómo es estar muerto y luego revivir?

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