“Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca”. Santiago 5:7 y 8
EL REAVIVAMIENTO PROMETIDO: MISIÓN DIVINA CUMPLIDA
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Mateo 28:18 al 20; Santiago 5:7 y 8; Zacarías 10:1; Mateo 3:11; Apocalipsis 18:1; 19:11 al 16.
EL DESAFÍO DE PREDICAR el evangelio en el contexto de los mensajes de los tres ángeles al mundo entero puede parecer imposible. Aunque la Iglesia Adventista del Séptimo Día está creciendo rápidamente, no se mantiene al paso con el crecimiento de la población. Hay numerosas áreas del mundo donde el nombre “Iglesia Adventista del Séptimo Día” (y mucho menos nuestro mensaje) no es conocido.
La realidad de este severo hecho conduce a preguntas serias: ¿Es posible que el evangelio sea predicado al mundo entero en esta generación? ¿Habrá algún adelanto inusual que acelerará dramáticamente la proclamación de los mensajes de los tres ángeles? Siempre hay una cosa para recordar cuando analizamos este tema: la misión es de Dios, y él la realizará. Al mismo tiempo, sin embargo, debemos recordar también que hemos sido llamados a desempeñar un papel vital en esta obra final.