“Tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, su oración y su súplica, y les harás justicia”
1 Reyes 8:49
LA RESIDENCIA DE DIOS
A menudo decimos que “Dios está en todas partes”; o que es “omnipresente”, lo que significa que está presente en todo el universo. “¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? [...] ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?” (Jer. 23:23, 24). David entendía también que nadie puede huir de Dios (Sal. 139). De hecho, Pablo alega que Dios está cerca de cada uno, por lo menos en un sentido espiritual (Hech. 17:27, 28).
Además del atributo de omnipresencia de Dios, su existencia es eterna. Dios no tiene principio ni fin (Sal. 90:2). Él siempre ha sido y siempre será (Jud. 25).
Lee 1 Reyes 8:49 y Salmo 102:19. ¿Qué nos enseñan acerca del lugar donde Dios mora? ¿Cómo hemos de entender lo que esto significa? ¿Podemos entenderlo?
Las Escrituras están llenas de declaraciones alusivas a que Dios reside en el cielo (1 Rey. 8:30,43,49). ¿Significa esto que Dios está más presente en el cielo que en cualquier otra parte? Obviamente, Dios mora en el cielo de una manera especial, su presencia es gloriosa; y su santidad, pura. La mayor manifestación de la presencia de Dios existe en el cielo.
Hay una diferencia, sin embargo, entre la “presencia general” de Dios y su “presencia especial”. Dios está presente en forma general en todas partes; no obstante, él elige revelarse en forma especial en el cielo y, como veremos, en el Santuario celestial.
Por supuesto, tenemos que admitir que estamos limitados en nuestra comprensión de su naturaleza física. Él es espíritu (Juan 4:24) y, como tal, no puede ser contenido en ninguna estructura o dimensión (1 Rey. 8:27). Aun así, la Biblia presenta el cielo (Juan 14:1-3) y el Santuario celestial como lugares reales (Heb. 8:2) donde está Dios (Hech. 7:55, 56 ;Apoc. 4:2, 3). Tenemos que llegar a la conclusión de que el cielo y el Santuario celestial son lugares donde Dios condesciende a encontrarse con su creación.
Hay muchas cosas que son difíciles de comprender para nosotros, tales como la morada de Dios, aunque la Biblia dice que esa morada es real. ¿Cómo podemos aprender a confiar en todo lo que la Biblia nos enseña, sin importar cuán difícil sea de comprender a veces? ¿Por qué es importante para nosotros aprender a confiar aun cuando no entendamos todo?