“Tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, su oración y su súplica, y les harás justicia”
1 Reyes 8:49
LA SALA DEL TRONO
Lee Salmo 47:6 al 9; 93:1 y 2; y 103:19. ¿Qué nos enseñan estos textos acerca de Dios y su trono?
En la Biblia aparecen varias visiones del trono celestial. La mayoría describe una especie de asamblea celestial, y Dios como Rey. Es interesante que ellas se ocupan de asuntos humanos, y generalmente presentan a Dios actuando en favor de los justos.
La Biblia también revela a Dios como soberano. Por ejemplo, el reinado del Señor es un tema recurrente en los Salmos. Dios no es solo Rey en el cielo, sino también “Rey de toda la tierra” (Sal. 47:7), y no solo en el futuro sino ya, en el aquí y ahora (Sal. 93:2).
Que el trono de Dios está establecido en el cielo tiene varias ramificaciones. Una de ellas es que Dios es independiente y superior al resto del universo.
Lee Salmo 89:14 97:2. ¿Qué nos enseñan estos textos acerca del carácter de Dios y de cómo gobierna?
El gobierno de Dios abarca la rectitud y la justicia, como también el amor y la verdad. Estas cualidades morales describen cómo actúa en el mundo humano y subraya su posición en todo el universo. Estas cualidades, que constituyen su gobierno, son las mismas que él quiere que su pueblo manifieste en su vida (Miq. 6:8; comparar con Isa. 59:14), y es nuestro sagrado privilegio hacerlo.
“Así como, en obediencia a las leyes naturales de Dios, la tierra había de producir sus tesoros, así, en obediencia a sus leyes morales, el corazón de la gente había de reflejar los atributos del carácter de Dios”
HAd 127
¿Cómo podemos manifestar mejor la bondad, la justicia y la rectitud, en un mundo lleno de maldad, injusticia y perversidad? ¿Por qué debemos tener esas virtudes?