“Los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el Tabernáculo, diciéndole: Mira haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte” Heb. 8:5
COPIA DEL MODELO
Lee Éxodo 25:9 y 40; y Hebreos 8:5, y 9:23 y 24. ¿Qué relación existe entre el Santuario terrenal y el celestial?
Las Escrituras enseñan claramente que Moisés no inventó el Tabernáculo sino que lo construyó de acuerdo con la instrucción divina que había recibido en el monte (Éxo. 26:30; 27:8; Núm. 8:4). El Santuario terrenal había de ser construido según el “modelo” (Éxo. 25:9, 40). La palabra hebrea para “modelo” (tabnít) expresa la idea de una copia, o modelo; por eso, podemos concluir que Moisés vio alguna clase de modelo en miniatura que representaba el Santuario celestial, y que este modelo le sirvió como guía para el terrenal.
Por lo tanto, el Templo celestial es el original, el modelo para los santuarios israelitas. Lo que también es obvio es que no podemos igualar el Santuario en el cielo con el cielo mismo. El Templo celestial está “en el cielo” (Apoc. 11:19; 14:17; 15:5); de este modo, el cielo lo contenía. Los dos no son sinónimos.
El libro de Hebreos explica en términos inequívocos que el Santuario celestial es real. El Santuario en el cielo es llamado el “verdadero Tabernáculo” (Heb. 8:2), así como “el más amplio y más perfecto Tabernáculo” (Heb. 9:11), mientras que el terrenal es una “figura y sombra” del celestial (Heb. 8:5). Como una sombra, es una mera representación de algo real; imperfecto y débil, el Santuario terrenal es una mera representación del celestial. Sin embargo, con todas sus limitaciones, el Santuario terrenal refleja la realidad del celestial de maneras importantes.
La relación entre los dos se llama tipología. La tipología es una prefiguración divinamente designada y profética, que involucra dos realidades históricas correspondientes, llamadas tipo (original) y antitipo (copia). Como esta correspondencia va del tipo (original) al antitipo (copia), podemos ver en Hebreos que el modelo celestial que Moisés había visto es designado como “tipo”, o “modelo” (Heb. 8:5); y el Santuario terrenal, como el “antitipo”, o “copia” (Heb. 9:24). Esta verdad presenta más evidencias de que el celestial existía antes del terrenal. Como adventistas del séptimo día, tenemos una base bíblica sólida cuando enfatizamos la realidad física del Santuario celestial.