“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. Romanos 12:1
LOS SACRIFICIOS
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Génesis 3:9 al 21; Éxodo 12:21 al 27; Levítico 2:1 al 3; Génesis 22:1 al 19; Levítico 17:10 y 11; Filipenses 4:18.
EL CONCEPTO DEL SACRIFICIO es central en todo el evangelio. En las lenguas bíblicas, las palabras para “sacrificio” a menudo describen la idea de acercarse, y de llevar algo a Dios. El significado básico de la palabra para “ofrenda” o “sacrificio” describe el acto de acercarse, el acto de traer algo a la presencia de Dios. El equivalente griego significa “don”, o “regalo”, y describe la presentación de un sacrificio. En forma similar, la palabra “ofrenda” viene del latín, offerre, la presentación de un regalo. La palabra “sacrificio” es una combinación de la palabra latina sacer (santo) y facere (hacer), y se refiere al acto de hacer que algo sea sagrado.
Esta semana consideraremos algunos de los sacrificios que los creyentes ofrecieron a Dios. Descubriremos que Dios siempre ha estado pidiendo sacrificios, y él todavía lo hace hoy. Por supuesto, y lo que es más importante, Dios proveyó el sacrificio máximo, el de sí mismo en la persona de Jesucristo.