“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. Romanos 12:1

EL PRIMER SACRIFICIO

domingo 13 de octubre, 2013

Lee Génesis 3:9 al 21. ¿Cuál fue la respuesta de Dios a Adán y Eva después de que pecaron?

Adán y Eva vivían en un mundo perfecto, en un jardín que era como un santuario, y Dios les otorgó una comunión cara a cara con su Creador. Su primer pecado abrió una brecha casi infranqueable en su relación con Dios. Sin em- bargo, Dios ya tenía un plan para contrarrestar tal ruptura de confianza; aun antes de que viniera alguna condenación contra ellos, les dio la esperanza de un Salvador (Gén. 3:15).

“Adán y Eva estuvieron como criminales delante de su Dios, esperando la sentencia que les había acarreado la transgresión. Pero antes de que oyeran de los espinos y los cardos, el dolor y la angustia que sufrirían, y el polvo al cual debían volver, escucharon palabras que debían inspirarlos con esperanza. Aunque debían sufrir por el poder de su adversario, podían mirar hacia delante, a la victoria final”

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Dios les mostró el fundamento máximo de esa victoria cuando, inmediatamente después del discurso de la sentencia, les hizo ropas de pieles para cubrir su desnudez y vergüenza. Aunque no está expresado, puede suponerse razonablemente que un animal inocente tuvo que morir para eso, lo que se entendió como una clase de sacrificio (Gén. 3:21).

Que Dios proveyera vestimentas a la pareja culpable llegó a ser un acto simbólico. Así como los sacrificios en el Santuario del desierto garantizaban la relación especial entre Dios y su pueblo, las vestiduras en el Jardín aseguraron a los culpables la invariable bondad de Dios hacia ellos.

Así, desde los primeros días de la historia humana, los sacrificios enseñaron que los humanos pecadores podían encontrar la unión con Dios, pero solo por medio de la muerte de Jesús, prefigurada en esos sacrificios.

Lee nuevamente Génesis 3:9-21. ¿Qué te dice el que, aun antes de que Dios pronunciara palabras de condenación a la pareja culpable, les haya dado la promesa de la “victoria final”? ¿Qué dice esto acerca de la actitud de Dios hacia nosotros, aun en nuestra condición caída?