“Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el Santuario será purificado”
Daniel 8:14
“¿HASTA CUÁNDO?”
La presunción del cuerno pequeño conduce al clamor por el juicio. Cuando el carnero y el macho cabrío llegaron a ser grandes y luego fueron quebrados (Dan. 8:4, 7, 8), el poder del cuerno pequeño se exalta a sí mismo (Dan. 8:9-11). De este modo surge la pregunta: ¿Hasta cuándo será la visión?
¿Qué problemas específicos impulsan la pregunta de Daniel 8:13?
Aunque la pregunta escoge unas pocas actividades del cuerno, tal vez las más horribles, sigue preguntando la duración de la visión entera, es decir, pregunta por los eventos que se mostraron en la visión de Daniel 8.
En las Escrituras, la pregunta: “¿Hasta cuándo?” siempre pide que la situación presente se cambie. Aparece cuando Dios y sus profetas se dirigen a personas (Éxo. 10:3; Núm. 14:27; 1 Rey. 18:21). También el pueblo le pregunta a Dios (Sal. 94:3 Apoc. 6:10) y el ángel a Jehová (Zac. 1:12). El clamor angélico “¿Hasta cuándo?” (Dan. 8:13; 12:6) es un lamento sobre la continua angustia, es un ruego por cambios, y un llamado a los juicios divinos. Tal pregunta expresa la expectativa de que Dios finalmente triunfe.
Como en Zacarías 1:13, donde Jehová contesta con “buenas palabras, palabras consoladoras”, la respuesta a la pregunta en Daniel 8:13 es inmediata: la restauración del daño hecho por el cuerno está llegando, comenzando con un período de “dos mil trescientas tardes y mañanas” (vers. 14).
Una vez que entendemos la condición humana y el tiempo profético en el cual vivimos, no podemos permanecer silenciosos. El clamor: “¿Hasta cuándo?”, necesita ser proclamado. Al mirar a nuestro mundo, ¿cómo podemos no suplicar que el Señor venga y establezca un mundo nuevo “en (el cual) mora la justicia” (2 Ped. 3:13)? Aunque Dios está ahora en acción, como lo prometió en Daniel 8:14, queremos que termine el reinado del mal aquí, y que él regrese con gloria y majestad como lo prometió.
¿En qué situaciones has dirigido a Dios la pregunta: “¿Hasta cuándo?” ¿Cómo has mantenido la seguridad de que Dios tiene el control por terribles que parezcan las circunstancias, y sin importar “cuánto tiempo” está llevando resolver las cosas que quieres que cambien?