“Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el Santuario será purificado”

Daniel 8:14

Conclusión

viernes 06 diciembre, 2013

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Elena de White, “El templo de Dios y “Jesucristo, nuestro abogado”, ” El conflicto de los siglos, los capítulos, p. 461-475 y p. 476-485.

En Daniel 9:24-27, el comienzo de las setenta semanas está marcado “desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén” (Dan. 9:25). El libro de Esdras informa de tres decretos que se refieren a Jerusalén y el Templo, pero solo el tercero, informado en Esdras 7:12 al 26, es el más efectivo. El rey persa Artajerjes I emitió el decreto en 457 a.C., e involucró tanto la reconstrucción del Templo como la reedificación de Jerusalén como un centro político y administrativo (Esd. 7:25, 26). En la Biblia solo este decreto es seguido por gratitud y alabanzas a Dios por influir sobre el rey (Esd. 7:27, 28). Además, solo con 457 a.C. como punto de partida, las setenta semanas (es decir, los 490 años) llegan al tiempo de Cristo, el “Mesías Príncipe” de Daniel 9:25-27. De este modo, la profecía de las setenta semanas proporciona la fecha precisa para el comienzo de las 2.300 tardes y mañanas. Comienzan en el año 457 a. C. y terminan después de 2.300 años, en el año 844 d. C.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Si es posible, estudia una explicación más detallada del vínculo entre Daniel 8:14 y Daniel 9:24 al 27, y la estrecha conexión entre ambas profecías. ¿Qué debe decirnos acerca de la importancia de la profecía de Daniel 8:14 que está tan estrechamente ligada a una profecía tan importante como la de Daniel 9:24 al 27?

  2. Elena de White escribió:

    “El pueblo de Dios debería comprender claramente el asunto del Santuario y del juicio investigador. Todos necesitan conocer por sí mismos el ministerio y la obra de su gran Sumo Sacerdote. De otro modo, les será imposible ejercitar la fe tan esencial en nuestros tiempos, o desempeñar el puesto al que Dios los llama”

    CS 542

    ¿Qué crees que ella quiso decir con esto?

  3. Cuando hablamos del cuerno pequeño, las profecías de Daniel 7 y 8 tratan solamente de Roma, y nada más: no del comunismo (como algunos han dicho en lo pasado) o del Islam (como algunos dicen ahora). Entonces, ¿cómo podemos mantenernos fieles a estas enseñanzas sin causar dolor a otros? ¿Por qué debemos mostrar que nuestra preocupación es con un sistema, no con las personas incluidas en él?

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