“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”

Juan 17:20 y 21

COMPASIÓN DUPLICADA

jueves 16 enero, 2014

La ofrenda de alabanza más sincera es la imitación. Los primeros discípulos imitaron la vida de oración de su Maestro. Naturalmente, ellos oraban por su seguridad personal, por sus necesidades diarias y por la conducción espiritual individual. No obstante, la oración intercesora llegó a ser un componente importante de su discipulado.

Lee Hechos 1:13 y 14; 1 Timoteo 2:1 al 4; Santiago 5:13 al 16; 1 Juan 5:16; Judas 20 al 22; y 1 Pedro 4:7. ¿Qué lugar ocupó la oración en la iglesia primitiva? ¿Cuáles son algunas situaciones específicas por las cuales oraron? ¿Qué podemos aprender de estos ejemplos?

La oración constante era un ancla para la iglesia primitiva. Cada vez que Pablo salía con propósitos misioneros, lo comisionaban mediante la oración (Hech. 13:3; 14:23). Aun sus despedidas estaban revestidas de oración (Hech. 20:36; 21:5). Con frecuencia, sus oraciones tomaban la forma de una intercesión. Pedía por los dirigentes del Gobierno, por los otros creyentes y, hablando en general, por todos. Pablo intercedió por el padre de Publio, el oficial que sufría con disentería. Aun Esteban, cuando yacía moribundo, intercedió por sus asesinos. La centralidad de la oración entre los primeros creyentes no puede exagerarse. La Escritura dice que la oración agrada a Dios porque él desea la salvación de todos y procura hacer avanzar la verdad. Mediante la oración –combinada con la enseñanza de los apóstoles, una predicación ferviente, milagros maravillosos y un compañerismo amante–, la iglesia primitiva se multiplicó rápidamente. A pesar de vigorosas persecuciones, el cristianismo abarcó el Imperio. Miles y miles aceptaron el evangelio. Vidas transformadas ardieron como luces vivientes desde el palacio del César hasta lugares desconocidos.

¿Cuánto tiempo dedicas a la oración intercesora? Medita en tu respuesta. Mejor aun, tal vez la pregunta tendría que ser: ¿Cuánto tiempo más deberías dedicar a la oración intercesora?

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