“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles”

Lucas 6:12 y 13

EL LIDERAZGO COMIENZA AQUÍ

domingo 09 marzo, 2014

La estadía terrenal de Cristo fue relativamente corta. Por lo tanto, adiestrar discipuladores era imperativo. ¿Quiénes debían ser elegidos? Los discípulos de Jesús sin duda eran centenares. ¿Debían todos recibir una educación masiva? Cristo comprendió que el liderazgo era cultivado con efectividad en grupos pequeños, y no en masa por medio de conferencias. Un número limitado sería escogido para la clase de graduados iniciales.

Estudia Lucas 6:12 al 16. ¿Qué hizo Jesús antes de elegir a sus discípulos, y por qué eso era tan importante?

Elegir con efectividad requería sabiduría avanzada. Jesús se acercó a su Padre celestial en oración para adquirir esa sabiduría. Del mismo modo, la oración debe preceder la selección de los candidatos a líderes de discipuladores en el siglo XXI. Siendo que, evidentemente, Cristo creía que él necesitaba orar mucho para obtener la sabiduría requerida, ¡cuánto más los cristianos de hoy deberían pedir esa sabiduría al elegir a los encargados de velar por el progreso de la Gran Comisión!

Habiendo escogido a doce, Jesús los llamó apóstoles, sus representantes comisionados investidos de autoridad espiritual. El grupo mayor de discípulos presenció esta ordenación o comisión sin celos aparentes o sentimientos negativos. Más tarde, Jesús comisionaría a un grupo mayor de 72 y, tal vez, otros no registrados en las Escrituras. Sin embargo, los doce apóstoles retuvieron la identidad de ser los más estrechamente vinculados a Jesús; llevaban la mayor responsabilidad y, por lo tanto, requerían un entrenamiento y un compromiso más intensos. Esta disposición señala con claridad una estructura organizativa intencional entre los primeros cristianos. Dentro de esa organización, Cristo invistió espiritualmente a los líderes con las capacidades y la educación proporcionales a las tareas asignadas.

Piensa en las implicaciones del tiempo que pasó Jesús en oración. ¿Qué debería decirnos esto acerca de nuestra vida de oración? ¿Cómo te ayuda la oración?

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