“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles”
Lucas 6:12 y 13
CONOCIMIENTO Y EXPERIENCIA – Parte II
Lee Lucas 6:20 al 49. ¿De qué manera estos textos revelan tanto el conocimiento como la experiencia? Es decir, ¿de qué forma están unidos aquí, que muestra por qué ambos son necesarios no solo en nuestro propio caminar con Dios, sino también al hacer discípulos?
El conocimiento espiritual es indispensable para la transformación espiritual. Cristo mismo era considerado como el Señor Maestro. En medio de aulas abiertas a orillas del mar, en las montañas y entre las maravillas creadas por Dios, Cristo diseminaba conocimiento transformador. El Espíritu Santo despertaba conciencias antes cauterizadas para aceptar estas verdades. El hacer discípulos es incompleto sin experiencia, pero la experiencia debe ser dirigida por el conocimiento.
Los discipuladores del siglo XXI deben relacionarse completamente con las Escrituras, la fuente de la información espiritual auténtica. Del mismo modo, deberían diseminar doctrinas y enseñanzas sin tomar en cuenta si son populares o convenientes. Dios espera que los creyentes maduros no retengan nada y guíen con paciencia a los conversos infantes a una comprensión y aprecio, siempre en expansión, de las maravillosas verdades del cristianismo que transforman las vidas, especialmente la verdad presente de los mensajes de los tres ángeles.
En el contexto de hacer discípulos, ¿qué dice Jesús en Lucas 6:39, que todos los que procuran hacer discípulos deben recordar? ¿Cómo podemos estar seguros de que no somos aquellos acerca de los cuales Jesús nos advierte?
Al fin, una combinación de conocimiento y experiencia produce un amor abnegado, y este será la fuerza más poderosa que pueda poseer cualquier discipulador.