“Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” Juan 1:17

LA LEY E ISRAEL (Deut. 30:15-18)

lunes 26 mayo, 2014

Dar la Ley a Israel fue un acto especial. Justo antes de entregársela a Moisés, Dios le recordó a su pueblo que ellos serían “un reino de sacerdotes, y gente santa” (Éxo. 19:6). Entre todas las naciones sobre la faz de la Tierra, Dios le reveló a Israel su Ley en forma especial (Rom. 9:4). Esta no tenía la intención de ser una carga para el pueblo, sino una herramienta con la cual la nación elegida revelaría a los pueblos el código moral que era el fundamento del gobierno de Dios. Israel había de estar asociado con Dios en la misión de la evangelización universal, y la Ley habría de ser la señal de identificación de los portavoces de Dios.

Según Deuteronomio 30:15 al 20, ¿cuál es la relación entre la Ley y las promesas dadas a Abraham, Isaac y Jacob? Además, y aún más vital, ¿cómo se aplican estos principios también a nosotros, bajo el nuevo pacto? Ver Mat. 7:24 al 27.

Dios eligió a Israel para que fuera su representante. Israel sería el pueblo por medio del cual las naciones de la Tierra recibirían las bendiciones prometidas a Abraham, Isaac y Jacob. Sin embargo, las bendiciones de ningún modo eran automáticas. Como nación escogida, se esperaba que Israel anduviera en armonía con la voluntad de Dios. Moisés dejó muy en claro que la vida y la prosperidad vendrían al pueblo solo si observaba “sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos” (Deut. 30:15, 16).

Considerando los numerosos incidentes de rebelión que manchan la historia de Israel, como nación dejaron de cumplir las condiciones del pacto. No obstante, no debemos olvidar que “todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23). Ninguna nación sobre la Tierra ha cumplido la voluntad de Dios. Aun en la historia reciente, las naciones que profesan ser cristianas han representado mal la causa de Dios con guerras, prejuicio y opresión.

En tu experiencia, ¿de qué manera se relacionan la obediencia y la fe? Es decir, cuando obedeces, ¿qué sucede a tu fe, en contraste con lo que ocurre cuando desobedeces? ¿De qué forma la obediencia fortalece la fe?

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