“Por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna”
Hebreos 9:15
LAS TABLAS DEL PACTO
Aunque un pacto se basa en promesas, generalmente se deben reunir ciertas condiciones antes de que esas promesas se cumplan. El pacto abrahámico involucraba la circuncisión de todos los varones que nacieran de Abraham y sus descendientes. Cuando Jehová hizo el pacto con Israel, personalmente grabó las demandas de la relación sobre tablas de piedra (Deut. 9:8-11). Estos requerimientos, conservados en los Diez Mandamientos, debían formar la base del pacto eterno de Dios con todos los seres humanos.
Por cuanto detallan ciertos términos del pacto, los Diez Mandamientos a menudo se llaman “las tablas del pacto” (Deut. 9:9). Los Diez Mandamientos no tienen la intención de ser una carrera de obstáculos diseñada para hacer difícil la vida de los que entran en el pacto con Dios; en cambio, como una expresión del amor de Dios, los Mandamientos han sido dados para beneficio de los que entran en la relación del pacto con él.
¿De qué maneras Jeremías 31:31 al 34 y Hebreos 10:11 al 18 sostienen la naturaleza eterna de la Ley de Dios en el nuevo pacto?
Bajo el antiguo pacto en el monte Sinaí, los israelitas y los que se unieron a la comunidad se obligaban a demostrar fidelidad al pacto guardando los Diez Mandamientos. Cuando violaban un Mandamiento, debían ofrecer un sacrificio animal si deseaban que sus pecados fueran perdonados.
Bajo el nuevo pacto en el monte Calvario, el pueblo de Dios todavía está obligado a guardar los Diez Mandamientos. Sin embargo, cuando peca no tiene que ofrecer sacrificios, porque Jesús es su sacrificio pleno y completo (Heb. 9:11-14). El nuevo pacto es tanto mejor que el antiguo porque ahora, por fe, reclamamos las promesas de perdón ofrecidas a nosotros mediante el sacrificio de Jesús.
“Solo hay esperanza para nosotros cuando nos ponemos bajo el pacto hecho con Abraham, que es el pacto de gracia por la fe en Cristo Jesús”
CBA, t. 6, p. 1077
¿Qué significa tener la Ley de Dios escrita en el corazón? ¿En qué difiere de meramente comprender la Ley de Dios como un código de obediencia?