"De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno" (Rom. 7:12)

Santiago y la ley

miércoles 11 de junio, 2014

“¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros? Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores” (Sant. 2:7-9).

Hay un solo libro en el Nuevo Testamento que se le atribuye a Santiago. Si bien el autor no indica qué Santiago es, generalmente se acepta que la carta proviene de Santiago hermano de Jesús. Aunque tal vez al principio fue escéptico respecto de que Jesús fuera el Mesías (Juan 7:5), Santiago llegó a una posición de liderazgo influyente en la iglesia del Nuevo Testamento (Hech. 15:13; Gál. 1:19). Además, si Jesús hubiera tenido la intención de anular la Ley divina, su propio hermano ciertamente lo habría sabido.

Lee Santiago 2:1 al 26. ¿Cuál es el mensaje básico del capítulo? ¿Por qué Santiago resumiría la Ley como lo hizo en los versículos 7 al 9, para decir de inmediato lo que dijo acerca de guardar todos los Mandamientos? ¿Cómo muestran estos versículos el vínculo entre el amor y la obediencia la Ley de Dios?

Al entender mal la enseñanza de Pablo acerca de la Ley, algunos alegan que Santiago y Pablo tienen posturas opuestas respecto de la función de la Ley. El punto principal de discusión es el lugar de las obras en la salvación. Pablo declara que somos salvos por la gracia por medio de la fe, aparte de las obras (Efe. 2:8, 9), mientras Santiago enfatiza que “la fe sin obras está muerta” (Sant. 2:26). Estas afirmaciones no son contradictorias; Santiago meramente expresa de una manera firme lo que Pablo había dicho muchas veces acerca de que la gracia no anula la Ley. Como Pablo en Romanos 13:9, Santiago comprende plenamente que la esencia de la Ley de Dios es el amor (Sant. 2:8). Ninguno puede realmente afirmar que guarda los mandamientos de Dios si no lo demuestra con actos prácticos de amor.