“Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Juan 14:15
Jesús no cambió la Ley
¿Qué enseña Mateo 5:17 al 19 acerca de la actitud de Jesús hacia la Ley?
Aunque la palabra “Ley” a menudo es utilizada para referirse a los primeros cinco libros de la Biblia (también conocidos como el Pentateuco, o la Torah), en este caso el contexto pareciera indicar que Jesús se refería principalmente a los Diez Mandamientos. Al decir que no había venido para “abrogar” la Ley, Jesús está diciendo, literalmente, “no he venido para invalidar o abolir los Diez Mandamientos”. Esta declaración es muy clara y, probablemente, tiene el fin de mostrar que eran los líderes religiosos, no Jesús, quienes habían estado destruyendo la Ley, neutralizando su propósito mediante su tradición (Mat. 15:3, 6). En contraste, al cumplir la Ley y darle un significado más profundo, Cristo vino para darnos un ejemplo de obediencia perfecta a la voluntad de Dios.
Lee Hechos 7:38. ¿Quién fue el Ángel que habló con Moisés y le dio la Ley en el Monte Sinaí? Isa. 63:9; 1 Cor. 10:4. ¿Por qué es importante esto?
“Cristo no solo fue el que dirigía a los hebreos en el desierto [...] sino también fue él quien dio la Ley a Israel. En medio de la terrible gloria del Sinaí, Cristo promulgó a todo el pueblo los Diez Mandamientos de la Ley de su Padre, y dio a Moisés esa ley grabada en tablas de piedra”
PP, p. 382
El hecho de que Cristo mismo fue quien dio a Moisés la Ley en el Monte Sinaí hace que sea aún más importante que la tomemos en serio. Además, si el mismo dador de la Ley amplió su significado a través de sus enseñanzas, tal como las encontramos en los evangelios, haríamos bien en obedecer esa Ley. Es imposible encontrar en la vida y las enseñanzas de Jesús alguna cosa que implique que los Diez Mandamientos ya no se aplican a los cristianos. Al contrario, las palabras y el ejemplo de Jesús nos enseñan lo opuesto.
Si bien sabemos que la Ley aún está en vigencia, también sabemos que no puede salvarnos (Gál. 3:21). ¿De qué manera podemos entender, entonces, la relación entre la Ley y la gracia?