“Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Juan 14:15
LA LEY DE DIOS
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Mateo 5:17 al 19; 5:21 al 44; 19:16 al 22; Marcos 7:9 al 13.
Aunque muchos líderes en Israel tenían muy en alto la Ley, algunos malentendían su propósito, creyendo que podían obtener la justicia al obedecerla. Como escribió Pablo, “ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios” (Rom. 10:3).
Por esta razón, Jesús a menudo cuestionó e incluso rechazó las tradiciones de los líderes religiosos de su tiempo (Mar. 7:1 al 13). Y ellos, que no comprendían el propósito de la Ley, criticaron y confrontaron a Jesús por sus enseñanzas acerca de esta.
Es importante entender que, aunque reprendió abiertamente las prácticas legalistas de los fariseos, Jesús sostuvo en alto los Diez Mandamientos, afirmó claramente la perpetuidad del Decálogo, y explicó su significado y su propósito. Cristo mismo dijo que había venido a cumplir la Ley (Mat. 5:17). De muchas maneras, su muerte fue la máxima revelación de la permanente validez de la Ley de Dios.
Esta semana, analizaremos las enseñanzas de Jesús sobre la Ley y el impacto que deberían tener en nuestra propia vida.