“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”
Heb. 12:2, NVI
PERFECCIÓN
Lee Santiago 1:2 al 4. Nota la secuencia: fe, prueba, paciencia, perfección. Santiago comienza con la fe porque ese es el fundamento de toda experiencia cristiana verdadera. Luego, dice que necesitamos las pruebas para verificar si nuestra fe es genuina. Por último, Santiago afirma que las pruebas pueden enseñarnos perseverancia, de modo que, no seamos tomados por sorpresa y seamos vencidos por ellas. La meta de Dios para nosotros es que “seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Sant. 1:4). El lenguaje no podría ser más elevado. La palabra “perfectos” (téleios) significa madurez espiritual, mientras “cabales” (holókleros) se refiere a estar completos totalmente. En verdad, podemos llegar a ser mucho más en el Señor si morimos al yo y le permitimos hacer su obra en nosotros, “el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Fil. 2:13).
Lee Efesios 4:13 y Filipenses 3:12 al 15. ¿Qué actitud hacia lo “perfecto” deben tener los cristianos?
Como Pablo, los seguidores de Cristo nunca estarán satisfechos hasta moldear su vida según el amor abnegado y de sacrificio de su Maestro. Pero, nunca sentiremos que lo hayamos “ya alcanzado” o que ya seamos “perfectos”.
Nota, también, que en estos pasajes el énfasis está en el futuro. Pablo está señalando hacia la promesa que Dios nos hizo por la fe en Jesús. Nunca habrá un tiempo en la jornada del cristiano en el que pueda decir “ya llegué”, por lo menos en cuanto a su carácter. Somos como una obra de arte; siempre puede mejorarse, y Dios promete hacer eso mientras avanzamos por fe, procurando entregarnos diariamente a él con confianza y obediencia.
Si murieras ahora mismo, ¿serías tan bueno como para ser salvo? O si hubieras muerto dos semanas después de que aceptaste a Jesús, ¿habrías sido suficientemente bueno como para ser salvo? ¿Qué te dice tu respuesta acerca de tu necesidad del manto perfecto de la justicia de Cristo, sin tomar en cuenta el nivel de “perfección” que hayas alcanzado?