“Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”

Santiago 2:26

FE SALVADORA

lunes 3 de noviembre, 2014

Lee Santiago 2:18. ¿Cuál es el punto principal que presenta Santiago? ¿Cómo mostramos nuestra fe por nuestras obras?

Santiago usa una técnica retórica corriente por la cual se adelanta a un objetor potencial. En este caso, el que hace la objeción trata de poner una cuña entre la fe y las obras, al sugerir que mientras una persona tiene la una o las otras, todo está bien. Pero lo que Santiago trata de decir es que los cristianos no pueden esperar salvarse por la fe si no hay obras correspondientes: “Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras” (Sant. 2:18).

El punto principal es que no cualquier fe nos salvará. La fe genuina, la fe salvadora, se caracteriza por conllevar buenas obras. Del mismo modo, las obras son solo buenas obras si surgen de la fe. La fe y las obras son inseparables, como los dos lados de una moneda. La fe viene primero, y luego nos conduce por el camino de las obras correspondientes.

Considera la actitud de Pablo hacia las obras en Efesios 2:10; 1 Tesalonicenses 1:3; 1 Timoteo 5:25; y Tito 2:14. ¿Por qué las obras son tan importantes?

Pablo no está en contra de las obras por sí mismas. Estaba en contra de las obras como medio de salvación (ver Gál. 2:16). De hecho, Pablo dijo que los que dependen de las obras de la Ley para ser salvos están bajo una maldición, porque ninguno que trata de ser salvo por guardar la Ley realmente tiene éxito en guardarla (Gál. 3:10). La obediencia solo es posible gracias al don del Espíritu Santo.

“Si el hombre no puede, por ninguna de sus buenas obras, merecer la salvación, entonces esta debe ser enteramente por gracia, recibida por el hombre como pecador porque acepta y cree en Jesús. Es un don absolutamente gratuito. La justificación por la fe está más allá de controversias. Y toda esta controversia termina tan pronto como se establece el punto de que los méritos de las buenas obras del hombre caído nunca pueden procurarle la vida eterna”

FO, p. 18

¿Qué debe motivarnos a hacer buenas obras, teniendo en cuenta que no podemos ganarnos el cielo con estas?