"Humillaos delante del Señor, y él os exaltará" (Sant. 4:10)
DOS CLASES DE SABIDURÍA
Lee Santiago 3:15 y 16. ¿Cuál es su descripción de la sabiduría mundana? ¿Cuáles son algunas de las manifestaciones comunes de esta “sabiduría” en el mundo, o aun en la iglesia?
La sabiduría que tenemos naturalmente es la “terrenal”, aun “demoníaca” o “diabólica”, y vacía del Espíritu. Esto no debería sorprendernos. Hace mucho, Salomón habló acerca del “camino que parece derecho” como el “camino de muerte” (Prov. 14:12; 16:25). Esta sabiduría es destructiva hasta su esencia. Si los celos y la ambición egoísta se cultivan y expresan, el resultado natural será el desorden y la disensión, similar a la situación en Corinto (ver 2 Cor. 12:20, donde se usan varias de estas mismas palabras).
Lee Santiago 3:17 y 18; Juan 3:3 al 7; y Colosenses 3:1 y 2. Juntos, ¿qué nos dicen estos textos acerca de la sabiduría “celestial”?
Aunque Santiago nunca se refiere directamente al Espíritu Santo, la idea del nuevo nacimiento está claramente presente. El apóstol parece preferir, en cambio, la metáfora agrícola de sembrar y dar fruto, tal vez basado en las parábolas de Jesús que se refieren a que la palabra se “siembra” en los corazones de la gente cuando oye el mensaje del evangelio (ver Mat. 13:3-9, 18-23). La sabiduría celestial está “llena de misericordia” y también de “buenos frutos”. Como vimos, a pesar del énfasis en Santiago sobre la obediencia y las buenas obras como fruto de la fe, la misericordia triunfa aun en el juicio (Sant. 2:13). En otras palabras, los verdaderamente sabios no solo serán mansos y humildes como Jesús, sino también pacíficos, amables, misericordiosos y perdonadores, dispuestos a pasar por alto las faltas de otros, a no ser críticos ni a juzgarlos.
Es muy fácil caer en los caminos del mundo, ¿verdad? Examínate: ¿cuánto influye la sabiduría del mundo sobre la forma en que vives, en contraste con la sabiduría del cielo?