“Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”

Mateo 6:21

Conclusión

viernes 5 de diciembre, 2014

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

“El dinero tiene gran valor porque puede hacer mucho bien. En manos de los hijos de Dios es alimento para el hambriento, bebida para el sediento y vestido para el desnudo. Es una defensa para el oprimido y un medio de ayudar al enfermo. Pero el dinero no es de más valor que la arena a menos que sea usado para satisfacer las necesidades de la vida, para beneficiar a otros y hacer progresar la causa de Cristo.

“La riqueza atesorada no es meramente inútil: es una maldición. En esta vida, es una trampa para el alma, pues aparta los afectos del tesoro celestial .[...]

“El que se da cuenta de que su dinero es un talento que proviene de Dios lo usará económicamente, y sentirá que es su deber ahorrar, para poder dar”

PVGM, p. 286, 287

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Considera las siguientes declaraciones: “El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta” (Prov. 22:7).

     

    “Muchas familias son pobres porque gastan su dinero tan pronto como lo reciben [...]. Cuando uno se queda endeudado, está en una de las redes que Satanás tiende a las almas”

    (HAd, p. 357).

    El ayudar a los pobres a salir de las deudas o a evitar contraerlas ¿es parte de “dar buenas nuevas a los pobres”? (Luc. 4:18). ¿Por qué sí o por qué no?

  2. ¿Cómo sabemos realmente si el dinero nos sirve a nosotros o nosotros servimos al dinero? (Ver Luc. 16:10-13.)
  3. La disparidad económica está en todas partes. Algunas personas tienen dos, tres o incluso cuatro o más casas lujosas, mientras que otros están contentos con juntar unas maderas y hacerse una choza. Y ¿qué se dirá de los que han llegado a ser obesos por comer demasiado mientras que hay niños en todo el mundo que van a la cama cada noche con hambre? Algunos alegan que sacándoles a los ricos podemos dar más a los pobres. Otros dicen que cuando los ricos se vuelven más ricos pueden ayudar a otros a salir de su pobreza. Como cristianos, ¿cómo podemos aliviar el problema de la pobreza extrema? ¿Qué cosas deberíamos hacer para ayudar, y qué cosas no deberíamos hacer?