“Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca”
Santiago 5:8
Conclusión
Para Estudiar y Meditar:
Lee acerca de las experiencias de Elías y Job en momentos de prueba, y su importancia para nosotros en los últimos días, en Profetas y reyes, los capítulos “De Jezreel a Horeb”, pp. 114-122; “¿Qué haces aquí?”, pp. 123-131; “En el espíritu y el poder de Elías”, pp. 132-141.
“Aguardar con paciencia, confiar cuando todo parece sombrío, es la lección que necesitan aprender los dirigentes de la obra de Dios. El Cielo no los desamparará en el día de su adversidad. No hay nada que parezca más impotente que el alma que siente su insignificancia y confía plenamente en Dios, y en realidad no hay nada que sea más invencible.[…]
“Tendrás pruebas; pero sigue avanzando. Esto fortalecerá tu fe, y te preparará para servir. Los anales de la historia sagrada fueron escritos, no simplemente para que los leamos y nos maravillemos, sino para que obre en nosotros la misma fe que obró en los antiguos siervos de Dios” (PR 129, 130).
Preguntas para Dialogar:
- Todos conocemos la parábola del trigo y la cizaña que crecen juntos hasta la siega (Mat. 13). Pero, ¿qué significa eso en términos de disciplina eclesiástica? ¿Qué significa en cuanto a tratar con la rebelión abierta o apostasía en nuestras filas? ¿Debemos quedarnos sentados y no hacer nada, diciendo que todo se arreglará cuando el Señor venga? Obviamente no. ¿Cómo −a la luz de la parábola, pero también a la luz de ejemplos en los que la disciplina fue necesaria en la iglesia primitiva, como en Corinto y en Galacia−, debemos tratar con la cizaña, especialmente con aquellos cuyo único propósito parece ser querer ahogar el trigo y nada más?
- Tentaciones y pruebas nos vienen a todos. ¿Qué promesas de la Biblia y de los escritos de Elena G. de White han sido tu consuelo, y te ayudaron a perseverar en tu fe? ¿Qué personajes bíblicos han sido más significativos para ti en las dificultades, o en vista de lo que tienes por delante?
- Santiago nos dice: “No os quejéis unos contra otros” (5:9). No obstante, las personas, y aún otros cristianos, pueden hacer cosas que nos molestan y dejan perplejos. ¿Cómo podemos aprender a amar, a perdonar, a perseverar, y a levantarnos sobre las muchas cosas pequeñas de la vida que pueden volvernos hoscos, irritables, y realmente malos testigos?