Oración, Sanidad y Restauración
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Santiago 5:13-20; 1 Juan 5:14; 1 Corintios 15:54; Hebreos 12:12, 13; Juan 8:43-45; Proverbios 10:12.
LO MILAGROSO Y MÁGICO FASCINA A LA GENTE. A menudo es atraída a espectáculos o asuntos curiosos, y nada más. Así que, cuando a Jesús le pidieron que hiciera un milagro como entretenimiento (Luc. 23:8, 9), o como señal de ser el Mesías (Mat. 12:38-41) o aun para satisfacer una necesidad propia (Mat. 4:2-4), él se rehusó. El Espíritu, por medio del cual Jesús enseñaba con auto ridad y efectuaba curaciones milagrosas, no es sencillamente un poder para usar; nosotros debemos ser instrumentos en sus manos. Dios sanaría a todos los enfermos, pero está más interesado en una curación más sustancial y duradera.
En este contexto, consideramos algunas preguntas vitales: ¿Cómo enten demos las palabras de Santiago acerca de sanar a los enfermos? ¿Hay una relación entre la curación y el perdón en respuesta a la oración? Se presenta a Elías como un importante modelo de oración en una época de apostasía generali zada. ¿Qué podemos aprender de su vida de oración, y de su obra de llamar a Israel a volver a Dios y a la adoración verdadera?